Se considera que las piernas son un arma letal y de seducción que más potencia tiene nuestro cuerpo. Por eso muchas de ellas se apuntan a gimnasios para buscar reducirlas. Sin embargo, pocas de ellas saben que la solución a todos sus problemas se halla en un equilibrio entre las actividades cardiovasculares y las musculares. Las actividades de cardio como spinning, caminar, correr o nadar son aquellas en las que más calorías gastamos y por tanto generamos una gran quema de grasa. Lo ideal es realizar este tipo de ejercicios entre 3 a 6 veces por semana.
A pesar de todo esto, muchas de las veces olvidamos que tenemos que ejercitarnos la musculatura que funcionan para tonificar. Son ejercicios específicos a las piernas, muslos y glúteos. Aunque se piense que estas máquinas son para aumentar la masa muscular, no sólo es así. Depende del peso que te pongas y las repeticiones que hagas. Por ejemplo, si queremos afinar nuestros abductores, lo que se puede hacer es ponerse en una máquina que trabaje específicamente el abductor y hacer unas veinte repeticiones con poco peso. ¡Ojo! Poco, debe costar algo pero no se debe tirar sin nada.
Pero sin lugar a dudas, el ejercicio más conocido por su excelente trabajo con las piernas es la sentadilla. Ya sean libres, con ayuda de máquina, pelota o sin peso, son tu mejor aliado. Aunque no lo creas, las pulsaciones te subirán rápidamente y quemarás más.
Otro factor que se debe tener en cuenta a la hora de querer afinar, son las pulsaciones. Es importante cuando se está realizando cardio que el organismo que se use sea grasa. Ahí la alimentación entra en juego, cuánto menor sea tu índice de glucógeno, más grasa tirará. Sin embargo, los hidratos de carbono son vitales para vivir. ¿Cómo se puede saber que se está tirando de grasa? Es importante saber que tiende a quemarse cuando la intensidad del ejercicio sea moderado pero no intenso. Es decir, entre un 60% y 70% de nuestras pulsaciones máximas o frecuencia cardíaca máxima. Son medidas relativas pero nunca debemos pasar del 85% puesto que a partir de ahí ya no se tira de grasa. Por eso se dice que caminar puede llegar a quemar más grasas que correr, porque es más sencillo controlar que las pulsaciones no aumenten tanto.
Y el último factor, y probablemente más importante es la buena alimentación. Evitar al máximo ingerir grasas, y es que en el cuerpo de una mujer se tiende normalmente a ir toda hacia las piernas. Pero además, se debe tener una dieta hipocalórica si se quiere reducir una parte del cuerpo, ya que se está queriendo adelgazar, por lo que se debe controlar cuántas calorías se gastan al día y cuántas se ingieren para provocar un déficit. Aunque parece imposible, se puede comer bien estando a dieta.
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