Primer consejo: no lo pospongas
Ahora sí que sí, sin peros ni excusas. Ha llegado el momento de que tomes las riendas y recuperes tu vida saludable desde hoy mismo. Hacerlo es más sencillo de lo que piensas, basta con tener constancia, voluntad y firmeza. Cuando cojas el ritmo, verás que las satisfacciones son tan grandes que no querrás volver a cometer excesos... al menos hasta las próximas navidades.
Y es que retrasando tus propósitos o, como se dice ahora, procastinándolos, solo vas a conseguir enquistarlos y cronificar el problema. Lo que tienes que hacer es mentalizarte y ponerte a trabajar ya en tu salud porque en seguida te vas a sentir más ligero, con más energía, de mejor humor, con menos estrés y más ganas de hacer cosas. Sencillamente, te vas a encontrar mejor. Sea cual sea tu motivación, ¡búscala y lucha por ella!
Aliméntate bien
Compensar los excesos de la Navidad a través de la alimentación es la tarea principal que debes desempeñar a partir de ahora, especialmente durante los próximos días. Pero, cuidado, compensar no significa que ahora haya que comer poco y mal, sino correctamente y la cantidad necesaria. ¿Tienes, entonces, que seguir una dieta especial? Sí, la dieta mediterránea clásica siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Tan sencillo como esto.
- Reduce al mínimo posible el consumo de alcohol, bebidas azucaradas, zumos industriales, bollería y dulces, grasas (como productos lácteos enteros o embutidos), fritos, comida basura, etc.
- Aumenta la ingesta de frutas, verduras, legumbres, pescados, carnes magras, huevos, cereales integrales y lácteos desnatados. A la hora de la compra, inclínate por los productos frescos y, preferiblemente, de origen local.
- No te saltes comidas. Entre horas puedes tomar una pieza de fruta o un yogur desnatado.
- Presta especial atención a las cenas y come algo ligero como pescados, huevos, verduras o frutas en pequeña cantidad.
- Hidrátate convenientemente. Dos litros de agua al día te ayudarán a tener el organismo bien hidratado.
Haz ejercicio
Es uno de los clásicos en cuento a propósitos de año nuevo se refiere. Volver al gimnasio, sacar la bicicleta del trastero o apuntarnos a clases grupales de spining, fit boxing o baile son algunas de las metas que nos ponemos todos los años por estas fechas. Pero si algo nos han enseñado la pandemia y el confinamiento, es que mantenernos activos es mucho más fácil y está más al nuestro alcance de lo que pensábamos.
Lo ideal es salir a la calle para respirar aire del exterior y recibir los rayos del sol, pero incluso dentro de casa podemos mantenernos en forma siguiendo cualquiera de los tutoriales que podemos encontrar en distintas plataformas de vídeos y redes sociales. Hay para todos los niveles y grupos de edad, solo tenemos que ponernos ropa cómoda, hacer sitio en la estancia donde lo vayamos a practicar y darle al 'play'. En este punto es importante recordar que debemos adaptar la intensidad del ejercicio a nuestra edad y condición física, hay que empezar siempre poco a poco e ir aumentando el ritmo a medida que vamos cogiendo forma. ¡Calentar al principio y estirar al final es importante para evitar lesiones!
¿Cuánto ejercicio se recomienda practicar? Esto es lo que nos recomienda la OMS: "Los adultos de 18 a 64 años deben dedicar como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica, de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo. A fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades deben aumentar hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa. Dos veces o más por semana han de realizar actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares".
Relaja tu mente
Qué duda cabe que las fiestas navideñas son bonitas y divertidas, pero también nos hacen padecer algo de estrés aunque este pueda pasar desapercibido en muchas ocasiones. La organización y preparación de las comidas, las compras, los compromisos, el abandono de las rutinas, la reducción de las horas de sueño... Todo esto termina pasándonos factura, y al desgaste físico acumulado en las últimas semanas, sumamos un manifiesto cansancio emocional.
Así pues, con el comienzo del año también debemos compensar todo esto y poner a descansar nuestra mente. ¿Cómo? A través de la práctica de la meditación, del yoga o de distintas técnicas de relajación. También podemos centrarnos en aficiones que nos ayuden a estar tranquilos, como la lectura, las manualidades o el ikebana. Cada uno debe pensar qué le ayuda a mantener su cuerpo y su mente en un estado de calma para encontrar tiempo de recogimiento, silencio y paz.
Siguiendo todos estos consejos, seguro que en unos días habrás compensado todos los excesos y te sentirás mucho mejor. ¡No te pierdas nuestros próximos consejos en el blog de Vivienda Saludable!