Antes de la fecha elegida, los novios se hicieron unas impresionantes fotos de preboda en Madrid, donde ellos viven.
Pero como no podía ser de otra manera, se casaron en su pueblo, en su catedral. "Tuvimos dos madrinas, mi cuñada y mi suegra. Como esta última se puso muy malita unos meses antes, decidimos que estuviesen preparadas las dos para ese día, por lo que pudiese pasar. Al final cada una hizo su papel", nos explica la novia.
Para el Día B, Blanca eligió un espectacular vestido de Jorge Vázquez: "Sabía que quería manga, una tela con caída y algo en dorado". Además, llevó una preciosa corona de Suma Cruz y unos pendientes de aguamarinas y brillantes, regalo de sus padres al acabar las carreras (Blanca estudió arquitectura técnica y psicología). "La mantilla que llevé era la misma con la que se casó mi madre, nos hizo mucha ilusión a las dos poder llevarla ese día". Para la peluquería, maquillaje, flores, etc., Blanca se puso en manos de conocidas de toda la vida.
Tanto la madre de la novia como su cuñada confiaron en Julio Reis para sus vestidos, y la verdad es que estaban radiantes.
Por su parte, Víctor se hizo el chaqué a medida en Scalpers, con la ayuda de Héctor que estaba en todos los detalles.
Los novios eligieron invitar a un cóctel muy largo en un antiguo palacio ahora dedicado a eventos que se llama Palacio del Virrey, y la comida fue en el restaurante Virrey Palafox. Aunque la boda fue de día, nos cuentan que a las 5 de la mañana todavía seguía la juerga.
Tanto las fotos de preboda como las de la boda son de Alma Fotografía, y sabemos que los novios están encantados con el resultado.
"Fue el mejor día de nuestras vidas, que aunque no todo sale como uno planea, lo importante es que es el principio de la vida en común con la persona que más quieres y solo por eso, ¡ese día es perfecto!"