En esta ocasión, he querido probar varios de los tonos de la colección Gel Effect de Deborah Milano que os comentaba la semana pasada. Parece que todavía no termina de llegar la primavera, y yo sigo aprovechando para sacar tonos que son algo más otoñales pero que, sin duda, también sirven para primavera. ¿Los vemos?
Varios de los tonos que se han quedado fijos dentro de la gama Gel effect son nude/topo. La verdad es que este tipo de esmaltes me parecen válidos para cualquier época del año, creo que siempre hacen lucir las uñas: quedan limpias e incluso pueden hacer que parezcan más grandes.
Creo que, por otro lado, este tipo de tonos, algo terrosos, combinan súper bien con los tonos violáceos o borgoña. Es por eso que, al ver juntitos a estos tres esmaltes, supe que tenían que ir en el mismo nail art. ¡Y me gusta mucho cómo quedan los colores combinados!
Como veis, el tono 30 es un nude rosita precioso, tipo porcelana. Sin embargo, que el color no os confunda: el acabado es súper cubriente, me ha resultado muy llamativo porque este tipo de colores son los clásicos de la manicura francesa y ya sabéis que no tienen apenas cobertura. Pues el tono beige es otro mundo aparte, ¡cobertura total!
El tono 26 tiene un color burdeos en foto, pero en persona tiene un punto violáceo que lo hace sencillamente precioso. Las uñas con este tipo de tonos siempre quedan arregladas y perfectas para cualquier cita que sea algo seria.
El tono 03 me ha dejado enamorada, es un nude topo que tiene un ligerísimo subtono lavanda, con lo cual... ¡doble amor! También queda perfecto para llevar las uñas cuidadas, pero además nos da un toque más juvenil y fresquito. Creo que a las pieles más blanquitas que la mía aún les podría quedar mejor.
Os cuento rápido cómo se hace:
Pintamos las uñas de los dedos pulgar, índice y meñique con el tono 26 (violeta oscuro).
Pintamos las uñas de los dedos corazón y anular con el tono 30 (beige). Dejamos secar muy bien.
Colocamos tres tiras de nail tape: una a lo largo de la uña, verticalmente, y las otras dos en los extremos de las uñas, horizontalmente.
Con la ayuda de una dotting tool, rellenamos los cuadrados con los tonos 26 y 03.
Retiramos las nail tapes con la ayuda de unas pinzas.
Este tipo de nail art geométrico es bastante sencillo de hacer. La única pega que podéis poner es el tiempo: cuando utilizamos cinta adhesiva o celo, tenemos que ser muy cuidadosas con el secado entre capa y capa. ¡Sí, sé que os lo digo todos los días! Pero seamos sinceras: ¿a quién le gusta esperar cuando se hace la manicura? A mí, desde luego que ¡no!
Mi súpertruco para no tardar una eternidad cuando uso las nail tapes es aplicar una capa de top coat Poshé; para mí, es el mejor invento del mundo, porque en 10 minutos deja la superficie de la uña completamente lisa y me permite continuar con mi nail art :)
Y esto es todo por hoy, espero que os haya gustado esta manicura. Yo estoy muy contenta, gracias a ella he empezado bien la semana :)
Besos :)