Además, no te lo pierdas, ¡me han enviado cuatro nuevos tonos de su colección de esmaltes 7Days Long! Ya os conté en esta entrada de hace un par de años lo que me había parecido esta gama y hoy os traigo un post compartiendo nuevas impresiones. ¿Empezamos?
Esta colección se llama WINTER IN LOVE, lo del toque amoroso no me extraña en absoluto, son unos tonos muy románticos, tanto para las uñas como para los labios. La gama, que va desde el rosa nude hasta el morado vibrante presenta un abanico de colores amplio que va desde la zona de confort hasta propuestas más atrevidas.
Dado que Deborah ha querido lanzar esta línea para que los labios y las uñas vayan a juego, he decidido hablaros de cada una de las parejas por separado, pero antes os cuento un par de cosillas:
Los esmaltes:
Contienen 11ml.
Caducan a los 36 meses.
El acabado es cremoso y con bastante brillo.
Su PVP es de 8,4.Los pintalabios:
Caducan a los 24 meses.
Hidratan y aportan vitaminas A, C y E.
Su PVP es de 8,4
El esmalte 878 es un tono ciruela muy oscuro, con un ligero subtono marrón que lo hace (en mi opinión) perfecto para aquéllas a las que el negro en las uñas no termina de convencernos.
La fórmula es muy cremosa y, al contrario de lo que pensaba al verlo en frasco, el esmalte es tremendamente cubriente, con una capa ya quedaba estupendo pero apliqué dos para lograr mayor intensidad. Tiene un shimmer muy discreto que, lamentablemente, se pierde al aplicarlo sobre la uña. ¡Una pena! Ha sido fácil desmaquillar las uñas tras swatchearlo.
Por su parte, el labial 818 aparece como un violeta muy intenso en la barra y, sin embargo, al aplicarlo queda mucho más discreto. El acabado no es mate pero tampoco es brillo, un punto intermedio que permite llevar un color llamativo (sin pasarse) con un acabado bastante jugoso. Es perfecto para aquéllas que quieran un tono vibrante en su día a día pero sin miedo a parecer una guirnalda.
Aunque no haya logrado captarlo con la cámara, el esmalte 881 es un rosa emmpolvado, con un ligero subtono malva que tiene un shimmer fino dorado muy discretito. Ya os digo que en mi foto no se ve, pero en persona se aprecia. ¡Es fantástico!
Me encanta porque al ser un color poco saturado, va perfecto para cualquier look que lleves de ropa, es que es... ¡ay! Ideal, no sé si lo notáis pero desde luego que es el esmalte que más me ha gustado de esta nueva colección.
Además, llevarlo a juego con el pintalabios 821 es una auténtica pasada. El 821 es un tono labio que, en mi caso, coincide súper bien con mi color natural. De este modo, me permite llevar los labios maquillados sin que se me note mucho, casi como si llevara un gloss transparente pero sin tener que retocar todo el rato y sin la (al menos para mí) sensación de que llevo algo pegajoso.
Quizá el esmalte 879 sea el color que peor ha captado mi cámara. No sé si lo podréis apreciar, pero queda bastante violeta. Es un fucsia muy fuerte que con una sola capa se veía maravilloso. ¡una delicia! Creo que con el labial 818 que os he enseñado antes iría genial.
Sobre el pintalabios 819, tampoco tengo nada especial que aportaros. Es un tono rosa bastante discretito que no tiene mucha cobertura en labio, por lo que es muy normal. Eso sí, si te gusta llevar el labio rosa pero no buscas un tono muy fuerte, ¡es tu opción!
El pintaúñas 876 es, de todos, el que menos ilusión me ha hecho. No me confundáis, es un esmalte muy bonito pero me parece un tono rojo normal, intermedio (ni cereza, ni anaranjado: rojo, rojo). No tiene tampoco nada que lo haga especial pero, teniendo en cuenta lo buenos que me parecen los esmaltes de la línea 7Days, es una apuesta segura como básico.
El pintalabios 816, sin embargo, sí que me ha gustado. ¿Por qué? Porque resulta que todas las barras que tengo rojas lo son con matices: tengo colores granates, colores vinos, frambuesas y cerezas, tonos más anaranjados para el verano... Pero, por raro que parezca, no tenía un rojo clásico. ¡Así que genial!
Los esmaltes 7Days son de mis favoritos. Son unos pintaúñas que tienen una duración impecable, la cobertura siempre es buena y el pincel, aunque sea de tipo normal, al aplicarse sobre la uña toma forma de lengua de gato y se adapta súper bien a la cutícula. Además, los tonos que tengo son especialmente cubrientes y, si no tengo tiempo, sé que con una capa voy a ir perfecta.
En cuanto a los pintalabios de Il Rossetto, no me extraña que sean un clásico de Deborah. Los otros 4 tonos que tengo ¡me encantan! A mí no me gustan las barras de labios con brillo, ni los gloss. Soy, por tanto, súper fan de los labiales mate. Pero, como a muchas, estos esmaltes tienden a resecarme los labios y dejarme pellejitos. Lo bueno es que me aguantan mucho. ¿Qué sucede con Il Rossetto? Que tienen un punto intermedio entre mate y brillo y, por tanto, me resultan súper cómodos de llevar. Son especialmente hidratantes y, además, aguantan bien toda la jornada laboral, siendo necesario retocarlo solo tras comer o beber.
Este post únicamente recoge mis primeras impresiones al utilizar los esmaltes y los labiales. Las opiniones más profundas sobre duración y demás están basadas en otros tonos que tengo de ambas colecciones. En caso de que algo cambiara, ¡os lo cuento por las redes!
¿Os gusta alguno de estos tonos?
¿También os chifla combinar labios y uñas?
¡Os leo en los comentarios! :)