La primera dieta que analizamos es la denominada Día de los Días Alternos. Abordaremos los primeros dos días de una dieta que se extiende en total, 7 días y en la que podremos alternar diferentes platos buscando lograr un equilibrio saludable entre la ingesta necesaria de nutrientes y calorías, y la eliminación de excedentes.
Lunes, día depurativo
Desayunar café descafeinado, jugo de naranja y yogur 0%, con menos de 60 kcal, y una cucharada pequeña de avena.
En la media mañana acompañamos con dos nueces y una manzana.
El almuerzo será un tazón de caldo de verduras depurativas (4 ramas de apio, 1 ramillete de perejil, 1,5 kilogramos de cebollas, 1 cucharada pequeña de diente de león y 2,5 litros de agua. Sin sal. Luego 150 gramos de queso fresco 0% y de bebida, un vaso de jugo de zanahoria.
En la merienda repetimos, dos nueces y una manzana.
Finalmente para la cena, repetimos el tazón de caldo de verduras, y como segundo plato 2 lonchas de jamón York o pavo. La bebida será una copa de vino tinto.
Martes, día régimen
Este segundo día lo empezamos con un desayuno de café descafeinado y dos biscotes de pan tostado integral con tomate triturado y dos lonchas de jamón serrano.
A media mañana dos mandarinas, una nuez y un yogur 0% de menos de 60 kcal.
El almuerzo será una ensalada mixta con dos puñados de canónigos, 1 tomate, 1 lata de atún en aceite bien escurrida, 1 huevo duro, ¼ de cebolla, 2 espárragos blancos y 5 aceitunas. El aliño será una cucharada sopera de aceite de oliva, vinagre balsámico y apenas una pizca de sal. Para beber, una copa de vino.
En la merienda repetimos lo mismo del desayuno.
La cena será con 150 gramos de sepia a la plancha con ajo y perejil, una onza de chocolate negro y 1 copa de vino tinto.
Estos dos primeros días de la dieta de días alternos empiezan a configurar la estructura que desarrolla esta dieta. Continuaremos explorando los beneficios y el organigrama de esta dieta que nos puede ayudar a perder peso sin que eso signifique un sacrificio o una alimentación poco variada.