1. Prepara tus ojos (¡como si fueran una tela en blanco!)
Antes de comenzar, asegúrate de que tu párpado esté limpio y seco. Si quieres un acabado más duradero, aplica un poco de prebase para ojos. Piensa en ello como poner una base en tu lienzo antes de pintar.2. Elige el delineador adecuado
Hay muchos tipos: lápiz, gel, líquido… Pero elige el que te haga sentir más cómoda. Si estás comenzando, el lápiz o el gel son opciones perfectas para un trazo más suave.3. El truco del punto de partida
Para lograr simetría, comienza dibujando pequeños puntos a lo largo de tus pestañas. Imagina que estás haciendo una línea de puntos, como esos juegos de niños. Cuando conectes los puntos, tendrás una base perfecta. ¡Todo es más fácil cuando se hace por partes!4. Traza la línea de tus sueños (sin miedo)
Con mucho cuidado, empieza desde el interior de tu ojo y ve trabajando hacia afuera. Mantén la mano firme, pero relajada. Si te equivocas, no te preocupes, siempre puedes corregir con un cotonete humedecido.5. La famosa colita
Aquí viene el toque final: la colita. Si quieres un look elegante y afilado, haz que tu línea suba un poquito hacia la ceja, siguiendo la forma natural de tu ojo. Si te sientes más atrevida, ¡prueba un delineado de gato!6. Corrige y perfecciona Usa un poco de corrector o un pincel pequeño para limpiar cualquier error y darle un acabado perfecto. Como en la vida, ¡siempre hay oportunidad para mejorar!
¡Y listo!
Ahora tienes un delineado perfecto para deslumbrar. Recuerda, la práctica hace al maestro, así que no te frustres si al principio no te sale tan bien.
¡Con cada intento serás una experta!