Leticia y Pablo se conocen desde el colegio y aunque tuvieron una relación en la distancia, en Navidades de 2012, después de una cena Pablo le entregó un solitario de Yanes a lo que Leticia solo pudo contestar: ¡Sí, Quiero!
El día de la boda, Leticia se preparó en el Hotel Santo Mauro junto a su madre. Para la ocasión, confió en Navascués, un vestido sencillo en gasa de seda natural con escote corazón y con un cinturón de hojas en plata. ¡Espectacular! Para completarlo, optó por una mantilla de la familia de encaje (una joya) y una corona de flores que le daba el toque romántico y chic.
El ramo, de Sally L.Hambleton for The Workshop Flores, fue un regalo de su cuñada Pilar, y los niños iban vestidos de Teresa y Leticia.
Por su parte, Pablo confió en Anglomanía para el chaqué. Fue muy gracioso porque se pintó en la suela de los zapatos "Help me" (una palabra en cada zapato) para que se vieran cuando se arrodillaba en la Iglesia, un detalle que hizo reir a todos los invitados durante la ceremonia.
La celebración fue en la Finca el Pendolero, que tiene unas vistas espectaculares de Madrid y Farfala Bodas se encargó de la decoración e iluminación. Para el cóctel optaron por música en directo con un grupo de jazz.
El baile lo abrieron al son de ?Cheek to cheek? de Ella y Louis Armstrong, que es la canción de la pareja y que bailaron rodeados por las bengalas que entregaron a los invitados creando un ambiente muy especial.
Podéis ver un resumen de ese día tan bonito en estas fotos y vídeo realizados por Volvoreta Bodas.
¡Mucho amor y felicidad para esta pareja!