Este look va perfecto tanto para salir de noche en una fiesta de verano como para tomar un café con hielo después de comer con tu mejor amiga. Favorece la mirada, la agranda, la dulcifica y combina con casi cualquier prenda que nos apetezca estrenar. Podemos aportarle más dramatismo cambiando simplemente el color de la línea de agua inferior, en lugar de blanco utilizaríamos un lápiz negro de toda la vida. Esto no os lo recomiendo si tenéis los ojos pequeñitos y queréis que no se vean así: en ese caso el blanco o crema es el mejor aliado, ¡no os separéis de él!
Para hacerlo seguimos estos pasos (si quieres ver mejor las sombras, una a una con su descripción, no te pierdas esta entrada):
Aplicamos Feel Euphoric en todo el párpado móvil, sin miedo.
Damos profundidad al párpado con Ambience en la cuenca del ojo.
Sobre la anterior y con un pincel más grueso, aplicamos Talamanca difuminando hacia arriba, que se funda bien con nuestra piel.
Reforzamos la línea inferior de pestañas con unos toques de Feel Euphoric. Eso da más armonía al maquillaje. Hacedlo con un pincel plano o de punta muy fina.
Damos luz con Chilled Out en el lagrimal y en el arco de la ceja. ¡Este paso es clave!
Para terminar delineamos de la forma que más nos guste (a mí me encantan los gel liners, en estas imágenes utilicé Dominatrix de Sleek), rizamos las pestañas, las cubrimos con máscara, y rellenamos nuestra línea de agua inferior de un tono claro (en mi caso es el lápiz blanco de Benecos).
Es rápido, es fácil, es versátil… ¡y si lo probáis os va a encantar!
Recordad que es muy importante difuminar bien, en la medida justa: sin pasarse, porque el color debe permanecer, pero sin quedarse corta, para que no existan cortes que se aprecien visualmente y que hagan efectos ópticos extraños (como ojos más pequeños, hundidos…)
¿Qué os ha parecido?
¿Lo pondréis en práctica?
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