De hecho, hoy os quiero hablar de vinos porque yo que soy muy vinera, siempre he sido muy de tintos. Pero ahora que es verano, con el calor, siempre me apetece más un buen vino blanco fresquito. Y me he dado cuenta de que también me llaman mucho los vinos rosados, cosa que antes nada. Si a vosotras os pasa lo mismo, pero nunca sabéis qué vino pedir o qué vino comprar, ya sea para casa o para llevar como detalle a casas de amigos, os recomiendo Viña Esmeralda, de Bodegas Torres, que tiene un nombre que nos evoca directamente al Mediterráneo. Este vino, que fue uno de los primeros blancos en España, estrena botella y una imagen más sofisticada y actual y además, la nueva botella es más ligera que la anterior, con lo que se reduce su huella de carbono, es decir que las emisiones de CO2 que se generan durante su transporte son menores, siendo estos gases de efecto invernadero los causantes del cambio climático. Os recomiendo probar este vino en los aperitivos después de una mañana de playa. No dejará indiferente a nadie ni por la vista con su refinado diseño ni por el paladar, ya que es intenso, floral y con notas de fruta fresca.
Si también os gustan los vinos rosados, han lanzado Viña Esmeralda Rosé. De color rosa pálido, con destellos anaranjados, hace gala de la feminidad y elegancia propias de la marca. Es un vino fresco, ligero y agradable, con la intensidad aromática que le aporta la garnacha con la que se elabora, perfecto para las tardes de verano. Servido bien fresco, marida con ensaladas, pescados y con comida asiática.
¡Brindemos por las vacaciones en el Mediterráneo! Dadle al play.
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