Hoy tal como prometimos vamos a ver harinas como la harina de quinoa, la harina de soja o la harina de arroz y alguna más.
No es bueno utilizarla en grandes cantidades porque la masa nos quedará muy seca y pesada. No conviene utilizar este tipo de harina cuando se ha tratado con calor, especialmente cuando vamos a hacer galletas y bollería.
Harina de quinoa: Tiene un sabor peculiar y no resulta agradable para todos pero su valor nutritivo no tiene desperdicio. No es buena para ligar masas y para usarla con el pan se puede poner en grano y una vez molido se obtiene una pasta que se le puede añadir al pan. Ahí si es cuando ayuda a ligar si se va equilibrando añadiendo máas agua y además ayuda a retener la humedad. No conviene utilizarla en grandes cantidades sino como un complemento de otras harinas.
Harina de arroz: Este tipo de harina sin gluten la tenemos en harina blanca y en integral y lo malo para algunos es su sabor amargo. La hay blanca e integral. Principal problema es que puede dar un sabor amargo. Aunque esta harina sea molida durante mucho tiempo suele dar una textura arenosa. Si se mezcla con agua caliente ayuda a retener la humedad. Es barata pero conviene también utilizarla en combinación con otras harinas.
Harina de altramuz: Esta harina dicen que es muy alérgica pero es de las que mayor cantidad de nutrientes buenos contiene. Por eso antes de usarla lo mejor es informarse un poco más. Tiene un sabor muy fuerte y se suele utilizar como una alternativa para la soja de origen transgénico. Contiene mucha fibra y proteína y conviene añadirla en muy poca cantidad.
Espero que os haya gustado el post. La harina con gluten no es buena para la dieta cetogénica, por esto con este post y el anterior ya tenemos una idea de qué tipo de harinas sin gluten podemos consumir.
Fuente: este post proviene de Dieta cetogenica, donde puedes consultar el contenido original.
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