Parece mentira, pero ya casi estamos en navidades, otra vez…! Esa época del año llena de momentos familiares y espíritu solidario, esa época en la que despedimos un año más y le damos la bienvenida al nuevo que entra, la época de la noche más mágica del año: la noche de reyes. Esa época llena de canapés, langostinos, pavo al horno, patas de cordero, cenas de empresa, copas de champán, de vino, polvorones… Madre mía! Es que te pones a decir y no paras! Que me está entrando hambre y empacho al mismo tiempo solo de pensarlo!
Es difícil evitar los excesos de las navidades, están por todas partes. Al que no le pilla uno le pilla otro. Y algunos no se libran de ninguno…! Lo único que podemos hacer es llevar a cabo pequeños gestos para, por un lado, caer menos en ellos, y por otro, compensarlos.
Aquí os dejo algunos consejos que podéis aplicar para no terminar las navidades con depresión post atracón y queriendo tirar la báscula por la ventana.
Un par de semanas antes, empieza a comer de forma más saludable, y a controlar un poco las cantidades que ingieres. Esto va a hacer que llegado el momento de la verdad tu cuerpo esté acostumbrado a los alimentos más ligeros y a estos hábitos de vida sanos, y te pida menos la comida hipercalórica propia de estas fechas. Te apetecerá menos y evitarás atracones indeseados.
Antes de cada comida peligrosa, tómate una fruta y una infusión. Esto va a hacer que llegues con menos hambre. Y así no te tirarás a los entrantes como si fuese tu primera comida en meses, o como si no quedasen todavía cuatro platos, postre y los turrones.
Habla por los codos! De lo que se te ocurra. Arráncate con un chiste si hace falta! Cuanto más hables, más despacio vas a comer. Al final de la cena la sensación de saciedad será la misma, pero habiendo ingerido una cantidad más pequeña.
Deja el alcohol para después. Suele ser muy mal amigo de la fuerza de voluntad… Si empiezas a tomar alcohol antes de la cena lo más posible es que todo te parezca precioso, que empieces a pensar que la comida que tienes delante tampoco engorda tanto, que total una noche es una noche, y que la mañana del día siguiente está demasiaaaaado lejana… Para evitar todo esto deja el alcohol para después de la comida o cena.
Si está en tus manos (si la reunión es en tu casa o en casa de alguien con quien tengas confianza) no dejes las bandejas de dulces y picoteos encima de la mesa durante toda la tarde o noche. Retírala una vez terminada la comida o cena. Tener fácil acceso a estos alimentos te hará caer tarde o temprano. Con más motivo si estás a gusto y la sobremesa se alarga un poco.
A la mañana siguiente: zumito detox. Está un poco visto ya, lo sé. Pero sin duda es la mejor opción para después de comidas copiosas como éstas. Este tipo de zumos ayudan a depurar el organismo de todas las sustancias tóxicas que se producen durante las digestiones pesadas. Además son bajos en calorías y llenan un montón.
Y por último y más importante: DISFRUTA. Tampoco es que te vayas a comer esa pata de cordero un martes en tu casa. Y seguramente no vas a volver a probar los polvorones hasta diciembre del año que viene… Así que disfrútalos! Cada cosa tiene su momento, y hay que vivirlo como corresponde!
Por mi parte nada más.
Nos vemos en la próxima.
Un beso para tod@s!