Si eres consciente de la importancia que tiene conservar en buen estado tu cara, debes saber que establecer una rutina de higiene evitara males mayores, y te permitirá mantener la piel de la cara impecable, luminosa y llena de vida.
Comienza a cuidar esa área tan delicada y logra unas facciones perfectas, aun sin una gota de maquillaje; recuerda que un cutis bien cuidado es equivalente a gozar de buena salud. La limpieza diaria, así como la aplicación de un buen tónico facial te permitirán lucir joven y hermosa.
Baño de vapor
El vapor tiene el poder de beneficiar la salud y mejorar notablemente el aspecto de nuestra piel, descongestionando, eliminando impurezas, hidratándola, oxigena y desintoxica sola. Ampliamente conocidos sus efectos gracias a los baños de sauna, aguas termas y baños turcos.Lavanda: relaja y depura la piel, lo mejor es emplear flores.
Eucalipto: indicado para trastornos respiratorios y para el acné. Se usan las hojas y las pepitas del eucalipto macho.
Manzanilla: es sedante y posee excelentes propiedades cosméticas. El momento oportuno para realizar la limpieza de cutis, es al levantarse para eliminar el sudor y la grasa expulsada por los poros durante la noche; y antes de acostarte, para borrar las huellas de cansancio, maquillaje, polvo, entre otros.
Oxigena en tres pasos
Limpia: lo primero que debes hacer, es desmaquillarte, con un algodón y crema desmaquillante. Lávate la cara con un jabón de pH neutro. Solo necesitadas agua y jabón para limpiar la piel de tu rostro, desengrasar y eliminar residuos de suciedad, que obstruyen los poros.
Tonifica: para tonificar luego de la limpieza, colócate compresas de agua con hielo durante algunos minutos; el agua fría favorece por el efecto de tonificación. Otra opción es aplicar lociones faciales que refrescan el rostro y fortalecen la piel.
Hidrata: este paso es fundamental, pues cumple con la función de conservar la humedad natural de la piel; además de prolongar la tonicidad, flexibilidad y vida al cutis.
Consejos para aplicar en casa
Aplica cremas o lociones hidratantes. Luego de una limpieza profunda del cutis, evita tocarte el rostro y maquillarte. No olvides exfoliar tu cutis, por lo menos una vez a la semana. Así lograras acabar de raíz con los incómodos puntos negros, pues con la limpieza no desaparecen, e impiden que la piel respire de la manera correcta.
Si no tienes una crema exfoliante en casa, puedes aplicar una técnica muy sencilla: hervir agua en una olla y luego siéntate frente a ella, para recibir el vapor, durante 10 minutos.
Otra receta casera es mezclar aceite de oliva con azúcar y una cucharada de jugo de limón; aplica la preparación con la yema de los dedos con movimientos circulares.