¡Qué tal hormiguitas! ¡Hoy estoy pletórica! En mis manos ya tengo otro diseño, pero recordar esta manicura tropical con Pink Gellac gracias a las fotos me vuelve a dar un chute de energía, ¡qué ganas de verano tengo, amigas mías! ¿Os quedáis a ver cómo la preparé? Así podéis repetirla en vuestras casas… ¡venga, que es súper fácil!
Manicura Tropical con Pink Gellac
Para empezar preparé mis uñas tal y como os recomiendo en este ebook gratuito. Es importante tener la base lista para la manicura, puesto que de esa manera conseguiremos que nos dure mucho más tiempo.
Lo siguiente es tener a mano todos los materiales, en este caso:
Kit para manicura semipermanente de Pink Gellac (os hablé de él aquí)
Tono 213 – Juicy Yellow de Pink Gellac (lo veíamos aquí junto al resto de la colección, ¡y también en esta otra manicura de hojas amarillas y doradas que tanto os gustó!)
Esmalte blanco de Pinpai (podéis leer aquí mi opinión sobre estos esmaltes especiales para estampar)
Esmalte verde Saint George de A-England (que también visteis por aquí en esta manicura rápida pero muy, muy elegante)
Placa de estampación Floral BPX-L018 de Born Pretty Store (con la que también hice la manicura de hojas que os enlazaba antes)
Ya podéis ir viendo por dónde van los tiros: se trata de una manicura semipermanente con una estampación doble encapsulada. Y digo encapsulada porque lo que haremos será dejarla metida dentro de la propia semipermanente. ¡Y resiste todo!
Los pasos, por tanto, son:
Primer de Pink Gellac
Base (curar 30 segundos en lámpara LED)
Dos capas de Juicy Yellow, curando cada una un minuto (¡wow, quedan súper llamativas!)
¡EL TRUCO! Limpiamos con Cleaner de Pink Gellac la pegajosidad del esmalte de color. Así queda algo matificada la manicura y lista para estampar, que es lo que nos interesa en esa ocasión. Si no lo hacemos, es más fácil que el dibujo resbale por la superficie de la uña. ¡De esta forma se queda allá donde lo pongamos! ¡Perfecto!
Estampamos primero con el esmalte blanco, para crear un fondo bonito. Cuando terminemos de hacer las diez uñas, podremos pasar al siguiente punto directamente.
Estampamos con el esmalte verde. Nos pasará lo mismo, en cuanto terminemos de hacer todas las uñas de las dos manos, pasaremos sin miedo al paso siguiente.
¡Top coat! Aplicaremos una capa fina pero cubriente por toda la superficie de la uña, procurando llegar a todos los bordes y sin tocar las cutículas. Curamos un minuto.
Cleaner, para retirar la pegajosidad final. Y listo, aplicamos unas gotitas de aceite para cutículas, masajeamos ¡y a lucir manicura nueva!
De los errores se aprende
Esta vez soy ejemplo de lo que no hay que hacer, pero de esta manera también se aprende: si os fijáis las puntas de mis uñas parece que están gastadas, y lo que pasa es que no tienen estampación. Es decir, lo que es la manicura, la base amarilla, está perfecta. ¿Y esto qué quiere decir? La explicación es sencilla: el top coat no estaba cubriendo bien esas zonas, así que al limpiar con Cleaner… ¡horror!
Por suerte fue poca cosa pero no quiero que os pase lo mismo que a mí. Las prisas no son buenas, y es verdad que yo salía de viaje a todo correr… pero una segunda capa de top coat hubiera ido de perlas también como refuerzo y hubieran sido solo 2 o 3 minutillos más. Merecen la pena y os recomiendo invertir en ellos
Otro truco para que nuestra semipermanente con esta casa dure más, es limpiar con Cleaner la base, antes de aplicar el color. Quitaremos la pegajosidad de la uña y puede parecer contraproducente pero, por alguna razón, funciona, ¡os lo prometo! Probadlo y ya me contaréis
¿Os ha gustado?
¿También os da ganas de verano?
PD: Mil gracias por vuestros comentarios en el post anterior, están todos contestados