Buenas tardes chicas. Como os contaba ayer por IG, Twitter y Facebook, anoche fui a una cena muy elegante y especial para celebrar mi aniversario con mi chico. Había decidido ponerme un vestido azul, pero como iba a combinarlo con un bolso y zapatos marrones, decidí que las uñas también tenían que ir en ese tono.
Por otro lado, el restaurante al que íbamos a ir era bastante elegante (pitiflús, como digo yo), por lo que tampoco quería unas uñas que destacaran mucho. Por eso opté por mi ya recurrente degradado en glitter, esta vez en tonos marrones, genial para el otoño.
Click para ver con más detalle :)El tono que he usado para base es un marrón de Yves Rocher, el #42 curve; como es la primera vez que pruebo esta marca, os voy a comentar lo que opino de ella. En el frasco vienen 5,5 ml, cantidad que me parece de risa para el precio que tienen (casi 9?, aunque yo lo compré en oferta al 50%); pensaba que iba a merecer la pena porque sería de mucha calidad, pero no me lo parece. Sólo os digo que voy por el segundo día de manicura y ya empiezo a notar un poquito descascarillados los bordes.
Por otro lado, una vez abierto el frasco dura 12 meses, lo cuál me parece bastante mal. En el frasco no pone su composición y tampoco he podido encontrarla en su web, pero es una marca de cosmética vegetal por lo que no lleva nada tóxico.
Con respecto a la aplicación, el mango me ha parecido excesivamente largo y difícil de coger; el pincel no es especialmente fino, coge mucha cantidad de esmalte y hay que escurrirlo bien en el frasco. Una vez en la uña, su textura tiende a resbalar hacia la cutícula, cosa que tampoco me ha gustado, porque hay que pintar con especial cuidado. Su punto fuerte: cubre bien. Con una capa es suficiente. Pero por contra tarda en secar. El color es una preciosidad de marrón con un poquito de shimmer dorado, es un punto a su favor.
En definitiva: ni loca me gastaría casi 9 euros en este esmalte por tan poco contenido y, para mi gusto, una mala aplicación (y sospecho que poca duración también). Y aunque se venda actualmente por la mitad porque está rebajado, tampoco pienso repetir.
¡Continuamos con la manicura! Una vez tuve bien seca la base marrón, pinté directamente con el esmalte de glitter cobrizo de essence sobre una esponjita de maquillaje, y de ahí apliqué en la uña una primera capa. Gracias a esta técnica, que conozco por Nailwish (podéis ver el tutorial aquí) se puede aplicar cualquier esmalte de purpurina sin que tarde mil siglos en secar. En mi caso, apliqué una segunda capa de glitter sólo en las puntas para crear el efecto degradado, y gracias a la esponja no me quedó abombada la manicura. Una gozada.
Por último, rematé con dos capas de top coat. No sé vosotras, pero cuando me pinto las uñas con un top coat de glitter, generalmente me queda con relieve la manicura, por eso al dar dos capas consigo que la manicura quede perfecta y lisa.
Con respecto al topper de purpurina que he utilizado, he de deciros que estoy encantadísima. Essence es una marca excelente en materia de nailart, creo que pocas veces he comprado algo suyo y me he disgustado. Innovan, sacan colecciones especiales, instrumentos y accesorios para uñas. Este tono, #112 time for romance, es una pasada. Los glequins que tiene son heaxagonales de tamaño medio, y purpurina pequeñita (los típicos puntitos de toda la vida); tiene un color marrón cobrizo, pero como veis en la foto, cuando le da directamente el sol, tiene destellos azulones, dorados y verdes.
Por último, os dejo un par de fotitos del restaurante tailandés en el que estuvimos cenando. Espero que os haya gustado esta entrada, muchas gracias por leerme :)
¡¡¡OS RECUERDO QUE ESTOY DE SORTEO!!! Toda la info pinchando en la imagen :)