Hace unas semanas vi estos esmaltes en el blog Manicute y me parecieron super bonitos, así que os podéis imaginar mi alegría cuando desde Deborah Milano se pusieron en contacto conmigo para una colaboración y me mandaron un paquetito con estas tres joyitas.
Se trata de tres esmaltes con nail art incorporado, es decir, que dejan un efecto jaspeado en las uñas sin necesidad de usar ningún top-coat de efectos especiales. Cubren perfectamente con 2 capas, contienen 11 ml de producto, tienen una caducidad de 24 meses y un precio de 8"15 euros. Son de edición limitada y están disponibles en tres colores: verde menta, fucsia y beige.
En la entrada de hoy os muestro el tono #814, que como veis en las fotos es de un vibrante color rosa frambuesa. Sólo queda precioso y no necesita nada más, pero yo he decidido hacer un nail art con él para que veáis que se le puede sacar mucho partido a este tipo de esmaltes.
En cuanto lo vi me recordó a una fruta típica del verano, la sandía, así que decidí inspirarme en ella para hacer una manicura muy sencilla y refrescante. La verdad es que la sandía no me gusta nada, pero me parece muy mona para utilizar en estampados o nail arts.
Como veis, es una manicura muy fácil y no hace falta ser una experta en nail art para lucirla.
Como base he utilizado el tono #814 de Deborah Milano y he aplicado dos capas finas, logrando un efecto de jelly sandwich que aporta mucha profundidad. Una cosa que me ha sorprendido gratamente es que estos esmaltes se secan rapidísimo. Además, la manicura me ha durado intacta 5 días.
Para la francesa he utilizado el esmalte Poum Citrus (#296) de Astor que es de un bonito color verde manzana.
¿Os ha gustado este esmalte de Deborah Milano? ¿Os gustan los nail art frutales?