Es una combinación muy propia de esta época del año, y en esta entrada os cuento cómo hacerla y algunos truquitos. ¿Os quedáis a conocerlos?
Para cualquier degradado, necesitaremos:
Una esponjita de maquillaje.
Un esmalte blanco (será la base del degradado).
Un mínimo de dos colores, para el degradado (yo he empleado tres).
¡Mucha paciencia y mucha práctica!
En cuanto al paso a paso:
Aplicaremos una o dos capas del esmalte blanco en nuestras uñas (según sea de cubriente el esmalte).
Tras dejarlo secar un tiempo prudencial, cogeremos la esponja de maquillaje y pintaremos en ella los colores que vayamos a emplear en el degradado.
Después, mediante toquecitos sobre toda la superficie de la uña, iremos pasando el color de la esponja a nuestras uñas.
Finalizaremos con un top coat para lograr que los colores se fusionen y se degraden mejor entre ellos.
Como ya os decía al principio, con los degradados hay que tener, ante todo, mucha paciencia: nadie nace sabiendo, hay que hacer muchas manicuras y que salgan como un churro para que empezamos a ver resultados decentes. A mí, por ejemplo, aún me queda mucho por practicar para poder hacer manicuras decentes.
Otro aspecto importante es cuidar la limpieza: con los degradados terminamos siempre manchadas por todos los sitios habidos y por haber. Por eso es fundamental intentar minimizar los manchurrones. ¿Cómo?
Protegiendo nuestras cutículas con cacao o vaselina: así será más fácil limpiarlo luego.
Utilizando una barrera protectora tipo látex (ya os hablé en su día de Liquid Palisade, un aliado perfecto)Tras ello, lo más normal es limpiar alrededor de la zona con un bastoncillo para los oídos impregnado en quitaesmalte, o bien ayudarnos de un pincel (similar a los que usan para hacer el delineado delos ojos) también impregnado en quitaesmaltes.
Hidratar posteriormente la zona será también básico, porque este tipo de productos al final nos dejan la zona muy sequita.
Y por último, sobre la aplicación de la esponja: antes yo lo hacía de derecha a izquierda, abarcando la uña de un extremo a otro trazando una línea imaginaria horizontal. Sin embargo, he observado que si la aplico ¡pum!, tal cual, sobre la uña, los colores se quedan mucho más definidos. Este proceso se debe repetir varias veces, porque la uña irá cogiendo poquito a poquito el color de la esponja. Es por ello que tendremos que reaplicar varias veces el esmalte en las esponjita.
Para finalizar con esta entrada, solo me queda contaros cuáles son los esmaltes que he utilizado para la manicura, así como la placa que he empleado:
El azul pitufo es el W11 de Yes Love, ya lo pudisteis ver en esta entrada. Se trata de un color que me parece genial para verano.
El esmalte lila es el Lotus Begin, de China Glaze. Creo que no necesita presentación, ¿verdad? ¡Estaréis hartas de verlo por el blog!
El rosa neón es Shocking Pink, también de China Glaze. Es la primera vez que lo uso y tengo ganas de usarlo en otro nail art donde pueda destacarlo más, porque es prometedor.
En cuanto a la placa, es la m57 de Konad. Para estampar, también he usado el sello y el esmalte negro de la misma marca. Nunca fallan :)
¡Y con esto termina el post de hoy!
Espero que todo lo que he aprendido haciendo degradados pueda ayudaros también a vosotras.
¡Me encantaría conocer cuáles son vuestros trucos!
Un besito cuquitas, ¡disfrutad del fin de semana!