Pero hay un órgano de nuestro cuerpo que tenemos muy olvidado, que es muy importante y que sufre día a día con nuestro ritmo de vida actual. Me refiero a la vista. Utilizamos los ojos de forma inconsciente todo el día para observar, leer, mirar el móvil o la pantalla del ordenador y también para expresar emociones, y es que la mirada es crucial a la hora de comunicarnos de forma no verbal.
Básicamente, tenemos los ojos en activo todo el día menos cuando dormimos. De ahí que sea vital cuidarlos y adquirir ciertos hábitos que eviten la aparición de problemillas como la vista cansada o la presbicia.
Aquí van algunos trucos para cuidar la salud de nuestros ojos:
1) Descansa la vista al menos una vez cada hora. Cuando estés centrado en algo, ya sea leyendo un libro, viendo una peli o trabajando mirando la pantalla del ordenador, es fundamental que hagas pequeños descansos mirando hacia otro lado y sobre todo a otra distancia más larga.2) Trabaja con buena iluminación: utiliza lámparas de luz indirecta o fluorescentes antiparpadeo y crea un ambiente de trabajo con una luz homogénea, sin zonas de contraste.
3) Hidrata y humidifica tus ojos: puedes usar lágrima artificial para compensar la sequedad del ojo después de un largo día.
4) Si no ves ni de lejos ni de cerca, utiliza lentillas progresivas. Son lentillas diseñadas para personas que tienen miopía y presbicia o vista cansada al mismo tiempo, de ahí que también se les llame lentillas multifocales.
5) Practica el enfoque: tápate un ojo, mira un objeto lejano y enfócalo, después mira un objeto cercano y enfócalo. Durante dos minutos ve alternando así el enfoque y repite con el otro ojo. Es un buen ejercicio para prevenir la vista cansada.
6) Si ya utilizas lentillas, elige lentillas diarias. Tienen varias ventajas, por ejemplo, son más higiénicas que las mensuales ya que solo se les da un uso. Además, al solo utilizarse 24 horas no acumulan depósitos o alérgenos que causan irritación, alergias, sequedad u otros problemas. Para el verano, las lentillas diarias son muy recomendables para bañarnos tranquilamente en la piscina o en el mar porque se reduce el riesgo de sufrir infecciones oculares y también por una razón económica, ya que se pueden perder fácilmente mientras buceamos.