Los alimentos que tengas en tu dieta diaria deben planearse según tu actividad laboral. Para lograr el mejor plan alimenticio, debes analizar cuál es tu jornada de trabajo y que es lo que haces en tu puesto.
En consecuencia, el ejercicio físico que efectúas en tu trabajo es un punto determinante cuando vayas a planificar tu dieta diaria, es decir, la demanda de calorías y nutrientes pueden ser muy diferentes según cuánto te muevas en tu tiempo de trabajo.
Empleos que necesitan esfuerzo físico
Aquellas personas que se ubican en esta categoría, deben consumir las calorías suficientes para estar sanos y rendir en el trabajo. Si están gran parte del tiempo de trabajo en movimiento, van a tener sin duda que incluir más carbohidratos en su dieta, tales como el arroz, papas, pasta, y otros alimentos que aparte de carbohidratos, proporcionen nutrientes.
En el caso de las personas que trabajen en la calle (agentes de tránsito, trabajadores de mudanza, etc.), expuestas al calor, tienen que tomar medidas para proteger más su cuerpo como: ingerir suficientes líquidos, como agua, infusiones, jugos naturales (no en exceso), además de una buena alimentación, pero el punto importante con esto, es no consumir bebidas que en exceso pueden arruinar nuestra dieta, como refrescos, capuchinos, y más. Aqui puedes ver los efectos de tomar mucha agua.
No olvides incluir alimentos que ayuden a tener una piel más sana y bella, como la zanahoria, la naranja, y la calabaza, en general todos aquellos alimentos que sean ricos en vitamina A y carotenoides.
Empleos que no necesitan esfuerzo físico
Por otra parte, aquellos empleos en que la mayoría del tiempo se está sentado, como los oficinistas por ejemplo, deben consumir alimentos que tengan pocas calorías, pero que además de nutrir, logren saciar. Es fundamental esto último pues si quedas con hambre, esto te llevara a ingerir cosas no saludables como comida rápida, dulces, y otros muchos tipos de alimentos con un alto índice de calorías.
Es conveniente que las personas con este tipo de empleos coman menos carbohidratos e introduzcan en su dieta más productos integrales y proteínicos. Para lograr estos objetivos, es fundamental tener meriendas y cenas, donde la cantidad de comida sea menor que la del almuerzo y los comestibles que consumas tengan un bajo aporte de calorías. Entonces, de esta manera, cuidas tu alimentación y no pasas largos periodos sin comer nada, de este modo mantienes tu voluntad de tener una buena alimentación.
Empleos con diferentes turnos
Las personas con este tipo de empleos en donde se tienen cambios constantes de jornada, como médicos, plicias y otros deben primeramente amoldarse a los diferentes horarios de trabajo. Para ellos, te aconsejamos lo siguiente:
– Antes de irte a trabajar, consume algo que te proporcione las energías suficientes para funcionar adecuadamente en tu trabajo. Pero no exageres y consumas algo pesado, pues una digestión pesada también afecta nuestra eficiencia y concentración al trabajar.
– Tomar algún bocadillo en tú tiempo descanso. ¿Cuáles se recomiendan? Primeramente, está prohibido comer dulces, galletas y cualquier bollería industrial. Procura planificar en casa y llevar contigo en un táper un emparedado, fruta o bien un yogurt.
– También es aconsejable poner atención al ciclo del sueño, por ello, lo más recomendable es comer legumbres, frutos secos, avena, leche, y lácteos en general. Estos alimentos ayudan con el estrés y son buenos para conciliar el sueño.
Lo esencial es ser constante y seguir una dieta equilibrada que incluya todos y cada uno de los de los alimentos necesarios en una dieta sana, eso sí, en las cantidades convenientes para satisfacer los niveles de nutrientes que tu cuerpo necesita. Y como siempre, lo mas importante antes de hacer una dieta, es ir al medico o nutricionista.