En primer lugar debes saber que es una decisión que requiere de responsabilidad de tu parte, ¿Qué quiere decir esto?
Que debes ser consciente de que una cirugía estética no te hará recuperar a la persona que amas o será una salida a los problemas que tienes referente a tu aspecto, en otras palabras, debes encontrarte con estabilidad emocional, pues muchos acuden a esta práctica para cambiar algo que es temporal. Debes tener en cuenta que la mayoría de los cambios son de por vida e irreversibles.
Busca en varios lugares, y en lo posible consulta opiniones sobre los cirujanos que tienes en la lista de profesionales que podrían realizarte el procedimiento, investiga la veracidad de sus títulos y su especialidad, además de la trayectoria que tiene y los posibles casos de éxito, recuerda que es tu cuerpo el que está en juego. Hay muchos que se jactan de tener los conocimientos necesarios, más lo único que desean es robar tu dinero, además de los riesgos que puedes correr.
Cuando estés en la consulta, que normalmente no dura más de una hora, el especialista te explicará cuál es la mejor forma de hacer el procedimiento según tus expectativas, no te dejes engañar con falsas promesas, si es un buen profesional te dirá lo justo y lo más saludable para tus condiciones.
Haz todas las preguntas que necesites, no dejes ninguna duda para el día de la cirugía y ante todo trata de tranquilizarte, si bien es cierto que estas cirugías causan temor, es mejor que tú te sientas cómodo, ello ayudará a los profesionales a hacer mejor su trabajo y sobre todo a obtener los resultados deseados.
Finalmente medita muy bien si tu cirugía es realmente necesaria, para que después no haya arrepentimientos de ningún tipo.
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