El efecto vasodilatador que ejerce el calor sobre las venas provoca que gozar de unas piernas ligeras no siempre sea posible durante la época estival.
El cansancio, el hormigueo, la pesadez y la hinchazón tienden a instalarse en esta zona del cuerpo cuando el calor aprieta, lo que provoca un intenso malestar en muchas personas para las que las altas temperaturas se convierten en un verdadero calvario.
Por suerte, disfrutar de unas piernas ligeras y libres de hinchazón y pesadez es más sencillo de lo que crees. Y es que, para conseguirlo, solo deberás poner en práctica los consejos que te ofrecemos a través de ¡Siéntete Guapa!
Toma el sol, pero con moderación
Si tomas el sol durante varias horas, no solo acelerarás el envejecimiento de la piel y correrás el riesgo de sufrir quemaduras y otras afecciones, sino que, además, harás que tener unas piernas ligeras se convierta en una complicada labor.
Si la playa y la piscina son tu perdición, utiliza siempre pareos que cubran tus extremidades inferiores y colócate bajo una sombrilla cuando lleves más de 20 minutos al sol.
Bebe mucha agua
Beber dos litros de agua al día depura el organismo, evita la retención de líquidos, mantiene la piel hidratada e impide que las piernas se hinchen.
Combina la ingesta de esta saludable bebida con una dieta sana donde la sal, las grasas saturadas y las frituras escaseen y disfrutar de unas piernas ligeras será muy fácil.
Levanta las piernas
Cuando te tumbes, intenta que las piernas estén siempre un poco levantadas colocando un cojín o una almohada bajo ellas.
De este modo, activarás la circulación sanguínea y huirás de la hinchazón.
Una ducha de agua fría
En verano, no hay nada como refrescar el cuerpo con una ducha de agua fría.
Además de mantenerte fresquita, activarás la circulación y combatirás la retención de líquidos, la celulitis, la piel de naranja y las piernas hinchadas.
Haz deporte
El ejercicio aeróbico activa la circulación y, por tanto, evita que las piernas se hinchen.
Los deportes más adecuados para gozar de unas piernas ligeras son la natación, el baile, el footing y el ciclismo.
¿No tienes demasiado tiempo? Entonces anímate a caminar a paso ligero durante 30 minutos al día. ¡Tus piernas lo agradecerán!
Utiliza geles
En el mercado puedes encontrar geles defatigantes que te ayudarán a acabar con la pesadez de las piernas.
A la hora de aplicarlos, extiéndelos con movimientos circulares ascendentes desde los tobillos hasta las caderas.
¿Un truquito? Meterlos en la nevera unas horas antes de su aplicación. ¡Estarán fresquitos y activarás aún más la circulación sanguínea!
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