Las durezas de los pies se combaten con una mezcla de yogurt y vinagre aplicada 3 veces por semana. Se deja actuar al menos 15 minutos y en pocos días se constatará que el vinagre combate y ablanda la dureza y el yogurt actúa como rehidratante.
Para eliminar de manera eficaz los hongos, que producen molestas y antiestéticas descamaciones y rojeces, aplicar dos veces al día un masaje con aceite de coco. Se deben frotar pies concienzuda pero delicadamente, hasta que el producto penetre en la piel. En pocos días se notará la diferencia.
Hidratación y relajación
Una inmersión de los pies en agua caliente con bicarbonato de sodio y un buen chorro de vinagre también resulta un tratamiento anti-fúngico muy eficiente, además de ser un relajante increíble antes de irnos a dormir.
Si se tiene la piel de los pies muy seca una solución es aplicarse miel, dejarla actuar al menos 10 minutos y luego introducir ambos pies en un barreño de agua caliente que ayudará en la penetración del producto, nos facilitara el enjuague y tendrá un efecto de auténtico relax.
Tanto a causa del trabajo, como de andar mucho en vacaciones, en verano se nos suelen hinchar los pies. Recurramos entonces a las recetas de la abuela: baños de pies alternando agua caliente y sal y agua fría con vinagre. Es infalible para reactivar la circulación.
Si la piel de los pies resulta excesivamente sudorosa, se puede poner en práctica el siguiente truco. Mojar en alcohol etílico un algodón y pasarlo por toda la superficie del pie. Asegurarse de que se seque muy bien antes de calzarse. La sudoración se reducirá como por ensalmo.
foto gentileza de: www.hola.com
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