Entre los productos más ofensivos se destacan las barras de jabón y las limpiadoras (ambas pueden secar e irritar artificialmente la piel), humectantes oclusivos que puedan obstruir los poros y empeorar los brotes de granos (barros) o productos para el cuidado de la piel que contengan ingredientes irritantes que provocan enrojecimiento, inflamación y descamación. Entre estos están los astringentes y las lociones tonificadoras cargados de alcohol y otros ingredientes potencialmente irritantes.
Todos ellos pueden crear el caos en la piel.
Sin embargo, si conoces tu tipo de piel y sabes cómo tratarla apropiadamente, sabrás lo que en realidad es beneficioso para ella.
Para determinar tu tipo de piel debes seguir estos pasos:
-No pretendas calificarla después de lavarte la cara. Debido a que la sensación inicial que experimentas después de lavar el rostro puede ser causada por una reacción al agua o al limpiador que usaste, tienes que esperar por lo menos cuatro horas después de lavartelo para juzgar adecuadamente qué es lo que está pasando en tu cutis (aunque con el limpiador apropiado puedes mitigar cualquier incomodidad que sientas después de lavarlo). Trata de hacer esta evaluación un día en que no hayas usado maquillaje, de modo que la base o el polvo no la afecten.
-A continuación, mírate en el espejo. ¿Hay zonas de tu cara que están notablemente brillantes? ¿Están ubicadas esas zonas en toda la cara o solamente en la nariz, las mejillas, la frente y la barbilla? Si no estás segura, toma un pañuelo desechable y date toquecitos suaves con él en el rostro, espera una hora más y repite la operación. Si el pañuelo tiene muestras de grasa, quiere decir que tienes cierta porción de cutis graso (o quizás sea que estás usando un humectante que es demasiado emoliente para ti).
-¿Se ven algunas áreas de tus caras secas o mates? Si la respuesta a esta pregunta es sí, entonces es que tienes cutis seco.
-Si algunas áreas de tu rostro tienes grasa y otras secas, entonces es que tienes cutis combinado o mixto(aunque esta condición por lo general puede ser el resultado de usar productos para el cuidado de la piel que son demasiado emolientes para tu tipo de piel y que resecan demasiado).
A medida que modifiques y ajustes tu rutina de cuidado de la piel con productos que son apropiados para tu tipo específico, seguramente notarás cambios positivos que te llevarán a tener la piel que deseas.
Recuerda que el tipo de piel no es estático; incluso si usas productos apropiados y bien formulados, tu tipo de piel puede cambiar dependiendo de la estación del año, de tus hormonas, tu nivel de estrés y solamente por el hecho de que tu piel pasa por diversos cambios. Debes reevaluar tu piel a medida que notes diferencias, de modo que mantén a la vista esta lista para que puedas entender completamente el problema al que te enfrentas y no apliques a ciegas productos que no tienen posibilidades de ayudarte.
Resumen diferentes tipos principales de piel
-Cutis graso: abundante secreción, aspecto untuoso, húmedo, poros dilatados, espinillas o bien brillante, poros dilatados y puntos negros.
-Cutis seco: Menor secreción, arrugas precoces, aspecto seco, opaco, descamado o bien piel fina y poros cerrados.
-Cutis normal: Grosor cutáneo variable, suave al tacto, liso, poros pocos visibles.
-Cutis mixto: Menor secreción poca resistencia la intemperie, arrugas precoces, cutis grasos en mentón, nariz y frente. Cutis seco en parpados o mejillas.
Esta es la primera lección básica que tenemos que tener en cuenta antes de tratar o maquillar nuestra piel.
Así lograremos que tenga un aspecto siempre perfecto.
¡Que tengáis buen domingo!!
¡Besos!