Aquellas plantas capaces de resistir climas extremos- ya sea frío o calor- suelen producir beneficiosos frutos que han sido utilizados por la humanidad durante siglos. Es el caso de muchas plantas siberianas, el Aloe Vera o también el arbusto que aquí nos ocupa: la Jojoba.
Los indios americanos, especialmente los aztecas, ya utilizaban el Aceite de Jojoba, cuyo dorado color le ha hecho ganarse el sobrenombre de oro líquido del desierto. Aunque era utilizado también para cocinar, los indios ya usaban este aceite especialmente para protegerse de los efectos del sol así como para tratar problemas en la piel.
Como suele ocurrir con los vegetales de hábitat desértico, esta planta se caracteriza por su capacidad para sobrevivir con muy poca agua, aprovechando al máximo cada gota que consigue.
Cera líquida
El aceite de jojoba no es estrictamente un aceite. Está compuesto en su mayor parte por ceramidas- un tipo de lípidos que también posee el cuerpo humano-, por lo que se asemeja más a una cera líquida que a un aceite tradicional. De hecho, los expertos apuntan a que se asemeja en gran medida a la grasa humana. Y es aquí donde radican gran parte de sus beneficios, especialmente para el tratamiento de pieles grasas y acnéicas. Además, es un gran "conservador" de la hidratación- como hace en el desierto-, lo que provoca que los tejidos mantengan su elasticidad.
Veamos ahora los beneficios de la jojoba en función de las diferentes necesidades de nuestro cuerpo y tipo de piel:
Máxima hidratación: Las pieles secas tienen en la jojoba un eficaz aliado debido a su gran poder hidratante. Ya sea en formato de aceite puro o en las diferentes cremas faciales o corporales que lo incluyan como ingrediente, la jojoba deja la piel hidratada y suave, a la vez que reestructura y regenera las células cutáneas gracias al ácido linoleico que podemos encontrar en su composición molecular. De ahí que sea habitual encontrar jojoba en las cremas de noche, cremas nutritivas y productos para pieles secas.
Pieles grasas y con acné. La jojoba es un excepcional regulador sebáceo, por lo que podemos utilizarlo para eliminar los habituales brillos de las pieles grasas gracias a su potente acción equilibradora. También es muy eficaz para tratar desórdenes cutáneos como el acné, espinillas, algunos eczemas, irritaciones e incluso quemaduras.
Antiedad. Este activo vegetal es rico en Vitamina E, uno de los más potentes antioxidantes. Como consecuencia, la jojoba se utiliza en productos antiedad para la prevención del envejecimiento cutáneo, actuando contra la aparición de arrugas.
Recomendable para embarazadas y bebés. El aceite de jojoba también es un buen aliado de las mujeres durante la gestación. Sus propiedades aumentan la elasticidad de los tejidos, por lo que su aplicación servirá para prevenir las estrías y la flacidez, ayudando a la recuperación posterior de la salud y flexibilidad de la piel. Puede utilizarse con tranquilidad en niños y bebés para realizar masajes hidratantes y relajantes.
Para después del afeitado o la depilación. Sus propiedades hidratantes y calmantes convierten a la jojoba en un buen producto para suavizar la piel y calmar los enrojecimientos y erupciones que pueden surgir tras el afeitado masculino o después de cualquier depilación.
Limpiador y exfoliante. Empieza a ser habitual dentro de las fórmulas de productos de cosmética natural, encontrar jojoba en gamas de limpieza cutánea, desmaquillantes e incluso para exfoliaciones suaves.
Beneficios de la Jojoba para el cabello
Los beneficios ya comentados para la piel se pueden extrapolar al cabello. De esta forma, el aceite de jojoba es un excelente ingrediente para el tratamiento de pelos grasos, regula el exceso de sebo y evita la aparición de caspa. Regenera el cuero cabelludo y ayuda a reparar el cabello maltratado o con tendencia a la rotura. Los champús que contienen jojoba en su composición también aportan mayor volumen y brillo al pelo. También podemos añadir unas gotas de aceite de jojoba a nuestro champú habitual para conseguir estos beneficios.
Buena base de aromaterapia
Sus propiedades emolientes convierten al aceite de jojoba en un excelente aceite base para la aromaterapia. Suaviza, no deja la piel grasa y no suele alterar las propiedades de otros aceites. Suele combinarse con esencia de limón así como con los aceites de árbol de té o ciprés.
Y terminamos con un pequeño truco: Añade unas gotas de aceite de jojoba en tu bañera con agua y conseguirás un bonito efecto satinado en tu piel, a la vez que estarás realizando una acción preventiva contra la sequedad cutánea.
¿Habéis probado ya el aceite de jojoba?¿Os ha dado resultados? Cuéntanoslo!!
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