Aceite de almendras dulces.
El primer paso en mi rutina de rescate es aplicar aceite de almendras dulces de medios a puntas, y dejarlo como mínimo durante media hora en el pelo. Lo podéis recoger con una pinza, haceros un moño o utilizar un gorro de ducha para que el tener el pelo con el aceite no resulte demasiado incómodo.
Lavado
Después lo lavo con mi champú habitual. Si queréis podéis utilizar uno que sea especialmente hidratante. Yo os recomendaría el de dátil del desierto de Klorane o el Curly Wurly de Lush.
Mascarilla
La mascarilla es el paso esencial, junto con el aceite de almendras dulces. La aplico durante una media hora más y después aclaro.
En cuanto a la selección, os voy a recomendar tres: una low cost, una de precio medio y una natural que podéis hacer en casa.
Low cost: Tresemmé liso keratina. Desde que la descubrí es mi favorita de los supermercados. Ronda los 5?.
Precio medio: Everliso de l"Oréal. Es bastante densa, por lo que me encanta, y está entre mis favoritísimas. Ronda los 10?.
Casera: Aguacate + miel + aceite de oliva.
Le quitamos la piel al aguacate (y el hueso), y lo machacamos todo. Añadimos una cucharada de miel y dos de aceite de oliva. Lo removemos todo muy bien y ¡listo!.
Mi favorita, sin duda, es la natural; me parece súper efectiva. Eso sí, muchas veces me da pereza hacerla y me quedo con alguna de las comerciales.
¿Cuáles son vuestros productos de rescate para cuando tenéis el pelo seco?