Hidratar, depilar y tonificar, 3 pasos imprescindibles para lucir unas piernas perfectas estas vacaciones Leticia Carrera, directora técnica de los centros Felicidad Carrera y asesora de Veet, detalla los tres cuidados básicos.
1.- HIDRATACIÓN: RECUPERA EL BRILLO Y LA SUAVIDAD
La piel de las piernas suele resecarse, ya que cuenta con pocas glándulas sebáceas. La hidratación será el primer paso para recobrar todo su esplendor. Aplica una buena loción hidratante al menos una vez al día para recuperar la elasticidad, la suavidad y el brillo perdidos. Si estas en la playa o piscina será necesario hidratarlas al menos un par de veces al día, ya que están expuestas a factores externos como el sol, el salitre del agua de mar, el cloro o el viento. Recuerda usar un producto que contenga protección solar.
Para que tus piernas absorban mejor el producto hidratante, exfólialas una vez a la semana. La exfoliación te ayudará, además, a retirar las células muertas y evitará que el vello presente dificultades para salir. Realiza la exfoliación sobre la piel húmeda, realizando movimientos ascendentes desde los tobillos, con mayor intensidad en la zona de las rodillas, que suele ser más áspera. Aclara el producto con agua fría o tibia de abajo hacia arriba para favorecer también la circulación.
Si tienes previsto depilarte, exfóliate preferentemente un par de días antes (no lo hagas el mismo día, ya que irritarías la piel). Tras la depilación, espera como mínimo un par de días para volverte a exfoliar.
DEPILACIÓN: ACABADO PERFECTO Y PIEL SEDOSA
Éste es un cuidado básico que, con la llegada del calor, requiere de especial atención. Si te depilas en casa, lo mejor es usar un método que te resulte práctico, efectivo, que garantice unos resultados duraderos y que cuide de tu piel. En este sentido, la cera caliente es una opción idónea por su durabilidad.
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Para empezar, asegúrate que la piel de tus piernas está en perfectas condiciones: limpia y seca, y sin heridas, irritaciones o dermatitis. Recuerda que el mejor momento para depilarte es tras la última ducha del día. De esta forma, la piel estará limpia y libre de aceites o cremas y durante la noche podrá recuperarse mientras descanses.
Mantén un orden a la hora de depilarte: para piernas enteras, empieza primero depilando las medias piernas, de la rodilla al tobillo. Prosigue luego por los muslos, también de arriba abajo; y, finalmente, termina con las ingles.
Durante las horas posteriores, evita llevar prendas ajustadas o que puedan rozar la zona depilada –especialmente las ingles-, como bikinis o shorts.
Si durante la depilación detectas algún vello que se resiste a salir, no hurgues y observa de qué problema se trata. Es muy importante saber diferenciar entre un enquistamiento del vello, por un lado, y los pelitos que tienen dificultad para salir, por otro. En el primer caso, cuando el vello enquistado presenta un granito rojo, es probable que se trate de una inflamación o bien de foliculitis (si tiene infección). Debes consultar al especialista si detectas que te sucede esto. En cambio, si el vello tiene problemas para salir pero no presenta rojeces ni inflamación, se trata de algo más leve, que solucionaremos realizando exfoliaciones suaves periódicamente e hidratando la piel a diario, para evitar que se reseque.
TONIFICACIÓN: PIERNAS FIRMES
Además de las rutinas de hidratación y depilación, debemos tener en cuenta un tercer pilar para el cuidado integral de las piernas: la tonificación. El objetivo, en este caso, es evitar la flacidez muscular y el aspecto de piernas blandas poco tonificadas. Para ello, es importante llevar una alimentación equilibrada y saludable, complementada con ejercicio físico regular. Otras recomendaciones sencillas que nos ayudarán a lucir unas piernas más bonitas son los masajes ascendentes con agua fría, evitar estar muchas horas de pie, descansar con los pies en alto o no llevar zapatos con mucho tacón.