La dieta de la alcachofa es lla mejor manera de preparar nuestro cuerpo para una vida sana es comenzar depurándolo y desintoxicándolo de todos los excesos anteriores.
Para este cometido existen algunas ayudas específicas realmente efectivas y una de las más beneficiosas es la dieta de la alcachofa, basada fundamentalmente en las propiedades de este alimento.
Beneficios de la alcachofa
- Es un diurético por naturaleza, ya que ayuda a eliminar los líquidos que nos sobran.
- Ayuda a mejorar el metabolismo del hígado
- Es un equilibrador natural de los niveles de grasa en sangre
- Facilita la digestión
- Es saciante
- Palia el estreñimiento
En qué consiste
La dieta de la alcachofa se fundamenta en tres pilares básicos:
- Controla lo que comes
- Haz ejercicio adaptado a tus posibilidades
- Los primeros 10 días incluye la alcachofa en tu dieta
- Mejora la eliminación de gases
- Reduce el colesterol
- Contribuye a la pérdida de peso
Esto significa que será suficiente con realizar cinco comidas sanas, equilibradas, variadas y bajas en grasa, sin tener que alimentarnos de esta hortaliza únicamente como se cree falsamente. Lo que sí debemos hacer es complementar nuestra dieta con dicho alimento y suplementos durante al menos 10 días, siendo 30 lo ideal. Así, al no tener un menú cerrado y específico, nos será más fácil sentirnos a gusto con nuestro régimen y, por lo tanto, no decaer en nuestro empeño por adelgazar. No obstante, aquí os dejamos un ejemplo de menú que podéis tomar como referencia para configurar los vuestros.
Desayuno: 1 naranja, 1 vaso de leche semidesnatada y 4 galletas integrales
Almuerzo: 30 gramos de pan integral con 30 gramos de jamón cocido.
Comida: ensalada de alcachofas, garbanzos y espinacas. 150 gramos de conejo al ajillo y una manzana verde de postre.
Merienda: 1 pera y 1 yogur desnatado
Cena: un tomate a la plancha con orégano y 150 gramos de solomillo de cerdo al horno.
Cómo tomarla
Existen diversas maneras de incluir la alcachofa en nuestra dieta durante esos 30 días. Un ejemplo es mediante el agua de alcachofas. Para prepararlo necesitaremos dos alcachofas medianas limpias sin tallo, partidas a la mitad. Debemos hervirlas en agua para que se ablanden y colarlas después, añadiendo el zumo de un limón al agua resultante para tomarla a lo largo del día, preferiblemente tras las comidas. También podemos usarlas para elaborar nuestros guisos, ensaladas o combinarlas con otros alimentos preparándolas al vapor.
Probablemente llegados a este punto ya estaréis concienciadas sobre las virtudes de la alcachofa para perder peso. Sin embargo, muchas pensaréis que el mal sabor de sus hojas dificulta que lo incluyamos en nuestra dieta ¿verdad? ¡Pues problema resuelto! Una manera de tomarla puede ser a través de cápsulas o ampollas que lo camuflen, como las que nos propone Arkopharma.