Exfoliación: ¿Alguna vez te has exfoliado bien la piel antes de irte de vacaciones? Pues este es un punto esencial para lograr un bronceado uniforme y duradero en el tiempo. Además de sus enormes beneficios para conseguir el bronceado soñado, es sumamente sencillo y barato: tan solo tienes que mezclar un poco de azúcar con aceite de almendras o con aceite de oliva para conseguir una mayor nutrición de tu piel. Con esto conseguirás eliminar todas esas células muertas que te sobran. La recomendación es la de realizar este proceso una vez cada 15 días. Con el tiempo te darás cuenta de que con este sencillo truco podrás decir adiós a la desagradable descamación al tiempo que conseguirás refinar la piel y minimizar las líneas de sequedad.
Moderación: Ya no está de moda eso de llevar una piel excesivamente bronceada. Además, el precio a pagar es esas personas con la piel excesivamente opaca y con profundas arrugas. A día de hoy, el concepto de belleza y salud en torno al bronceado es otro: tenemos en mente a esas personas con un bronceado fino, que otorga un elegante tono dorado y que deja un rastro de belleza al cuerpo. Por otro lado, es importante que tengas en cuenta que los días nublados son los peores, porque tendemos a confiarnos y nos olvidamos de que la radiación ultravioleta consigue traspasar sin problemas la nubosidad. Así que, si vas a tomar el sol este verano, hazlo pero con moderación y cabeza.
Alimentación: Precisamente en los alimentos que escogemos para nuestra dieta podemos encontrar los grandes aliados para conseguir ese ansiado bronceado bonito y duradero. La clave está en el caroteno, precursor de la vitamina A y que nos ayuda a generar la melanina, responsable del bronceado. Así pues, si este verano quieres conseguir un bronceado perfecto, no te olvides de añadir a tu cesta de la compra alimentos ricos en carotenos como el mango, el pimiento rojo, los albaricoques, la calabaza, el níspero, las espinacas, el berro, la lechuga o la famosa zanahoria.
Protección Solar: Obviamente no pueden faltar las cremas solares, creadas específicamente para generar un escudo entre tu piel y los dañinos rayos solares. Es muy importante el uso de este tipo de protectores para evitar el envejecimiento prematuro de la piel. Es por este motivo que las cremas de protección frente al sol deben usarse siempre y no solo en el periodo veraniego, aunque en este momento debemos prestarle una especial atención. A la hora de usar este tipo de protectores debemos tener en cuenta un par de recomendaciones: no debemos estar bajo el sol más de 30 minutos continuados y debemos aplicarnos la crema solar continuamente.