Agosto es el mes de vacaciones por antonomasia, y la playa el destino preferido de muchos. El sol va a convertirse en compañero diario, y la nutricosmética solar en nuestro mejor aliado.
Si eres de las que, como yo, se van de vacaciones el próximo mes a la playa, que el sol no te pille desprevenida. Yo, desde luego, ya estoy preparándome; he empezado a tomar mis pastillas para el sol preferidas para evitar quemaduras, y conseguir un bronceado más sano y duradero, sin riesgos.
El sol es fuente de vida, lo necesitamos para tener unos huesos fuertes, nos ayuda a sintetizar la vitamina D, mejora el estado de ánimo y nos aporta un bronceado muy favorecedor. Pero no debemos olvidar que también es el principal responsable de manchas, quemaduras y, a largo plazo, hasta cáncer de piel. Por eso debemos tomarlo con precaución y proteger nuestro sistema inmunitario para que sea capaz por sí mismo de defenderse contra sus radiaciones negativas. ¿Como? Reforzando nuestro interior con altas dosis de betacarotenos, vitaminas y antioxidantes.
El sol afecta a las capas más profundas de la piel. Puede incluso dañar las proteínas que la forman como el colágeno y la elastina, muy importantes para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.
La nutricosmética solar activa las defensas naturales y nos protege frente al sol. Aporta vitaminas C, E y D y antioxidantes, betacarotenos, activos hidratantes, minerales y otros principios que nuestro cuerpo necesita, nutrientes destinados a la mejora de la piel por vía oral, que favorecen el bronceado y neutralizan la acción de los radicales libres y radiaciones solares sobre las tres capas de la piel; epidermis, dermis e hipodermis.
La unión hace la fuerza. Los fotoprotectores de uso tópico también tienen su función, lo ideal es combinar ambos. 15 días antes de ir a la playa empezar a tomar algún complejo nutricional (como yo me voy en agosto ya me lo estoy tomando, no es el primer año que lo utilizo, por eso sé que funciona) y, una vez allí, además de seguir con las pastillas, una crema que pueda ofrecer protección ultravioleta completa. Así estaremos protegidas hasta un 90% y tranquila, eso no quiere decir que no nos vayamos a poner morenas, todo lo contrario, cogeremos un color más sano, bonito y duradero.
La nutricosmética solar alcanza su nivel óptimo de concentración a los quince días de comenzar a tomarla. Debemos continuar durante los días de exposición y hasta 15 días después de la misma. Esta es una buena manera de prevenir los daños celulares producidos por el astro rey, además volverás a casa con un bonito bronceado y te durará más tiempo.
En esta época del año no pueden faltar en tu desayuno cápsulas solares, ricas en antioxidantes que ayudan a la piel en su defensa contra los rayos UV. Evita manchas, preserva la humedad en la epidermis y regula la producción de melanina.
Este año, mi elección, Arkosol de Arkopharma.
1 perla al día. Ingredientes clave:
Aceites esenciales de borraja, argán y sésamo que ayudan a mantener la hidratación y la elasticidad de la piel.
Carotenoides (licopeno y luteína) + vitamina E que contribuyen a que la piel resista mejor las agresiones externas y los radicales libres. Además previene el envejecimiento y da luminosidad.
Betacaroteno que favorece la pigmentación de la piel y lucha contra el envejecimiento cutáneo.
Selenio, protección antioxidante
Cobre, ayuda a la pigmentación de la piel
PVP: 19,90 € / 30 perlas. El pack doble, con dos cajas de perlas y una bolsa para bañadores mojados de regalo, 33,90 €.
De venta en farmacias y parafarmacias.