Nos pasamos el año cuidando nuestro organismo, nuestra figura, pero llega el verano y con él el calorcito, la playita, las terracitas, las cañitas con las amigas, todo lo que termina en ita y ¡Hala!! Se nos olvidan todos esos meses de cuidados y rutinas de belleza. Pero no importa,seguro que ¡merece la pena!!! Y cuando mejor estamos de vuelta a la cruda realidad, de nuevo el trabajo, horarios…
Bueno, no del todo, pues todavía hace calor y es difícil encerrarse ya en la rutina, bien mientras esperamos a que las temperaturas bajen, cierren las terrazas, nos encerremos de nuevo en casa, pongamos en práctica algunos pequeños grandes trucos que nos harán la vuelta a la rutina un poquito más fácil, y nos ayudaran a ir perdiendo esos dos o tres kilos de más que se han venido con nosotras de las vacaciones sin que los hayamos invitado.
Lo más probable es que durante las vacaciones nos hayamos excedido en todo, tanto en la calidad como en la cantidad de nuestras comidas y bebidas (para eso están las vacaciones)
Empezaremos por lo más obvio, hacer la compra:
Iremos al súper sin hambre, evitaremos tentaciones
Haremos una lista con los alimentos que necesitemos y nos ceñiremos a ella, evitando así las compras compulsivas, pasearemos por la zona de los productos frescos, frutas y verduras, de esta forma nuestro cerebro empezara a procesar todos los colores y la frescura de estos alimentos y hará que nos apetezcan más.
Repasaremos nuestra despensa, pensemos que cuanto más picoteo tengamos en casa más comeremos,de manera que intentaremos no llenar el carro de la compra con este tipo de alimentos.
Organizaremos el frigo poniendo los alimentos más calóricos detrás, y los menos delante, de manera que cuando abramos la nevera nuestras tentaciones sean más ligeras.
Ya en la mesa, tomaremos raciones más pequeñas, utilizaremos un plato pequeño, de los de postre, de esta manera veremos el plato lleno, pero en realidad estaremos disminuyendo las raciones, aprovechemos lo que queda de verano para comer las riquísimas frutas y verduras de temporada.
Las ensaladas de legumbres son muy saciantes además de tener un alto contenido en fibra, y son muy apetecibles con este calorcito, además son económicas.
No nos olvidemos de la estrella del verano: el gazpacho andaluz, es barato, es saciante, fácil de hacer, rico en fibra, vitaminas y minerales.
Haremos un esfuerzo para tomarnos nuestro tiempo para comer, lo tomaremos con calma, masticando bien, disfrutando de la comida. Cuanto más despacio comemos, nos llenamos antes por lo que ingerimos menos cantidad.
Sin dejar de comerlo, iremos reduciendo las raciones de pan.
Intentaremos que los lácteos sean desnatados. Si os gustan los quesos tanto como a mí, intentaremos consumir los menos grasos dejando el resto para ocasiones especiales.
El aceite que sea de oliva, no más de tres cucharadas al día.
Si con el calor no nos apetece hacer ejercicio, olvidémonos del coche. Siempre que la distancia nos lo permita la haremos caminando.
No olvidemos tomar nuestros ocho vasos de agua al día, complementándolos con bebidas sin azúcar y sin gas, por ejemplo el té verde
¿Sabíais que una persona que tome diariamente dos vasos de té pierde al año sobre los cuatro kilos? A ¿Qué esperamos?
Estos son pequeños trucos que nos ayudaran a empezar a organizar nuestra vida después de las vacaciones al tiempo que empezaremos a perder el peso extra que hayamos podido coger en nuestro tiempo de relax
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Un saludo
Mari Carmen
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