La acumulación del tejido adiposo irregular puede aparecer desde la adolescencia a causa de factores hormonales que la predisponen a sufrir de esta patología. La celulitis ataca principalmente los muslos, entrepiernas, glúteos, cadera y abdomen, áreas más propensas a la acumulación de los adipocitos, debido a que en estas áreas se pierden fibras de elastina y colágeno con mayor facilidad, y en consecuencia no se puede lucir una piel tersa y firme.
Métodos efectivos para eliminar la grasa
La electromedicina ha avanzado, innovando en equipos médicos de alta gama, que hacen posible realizar tratamientos no invasivos para quemar grasa localizada, es decir, que se realizan los procedimientos anticelulíticos sin necesidad de acudir al bisturí, ni entrar al quirófano.
A continuación se detallan estos tratamientos, que pueden adaptarse a las necesidades de cada paciente:
Lipoplastia sin cirugía
Se trata de uno de los tratamientos más demandados para eliminar grasa localizada, debido a que es una técnica segura y efectiva. Este método consiste en inyectar soluciones con agregados lipolíticos y drenantes que destruyen los nódulos de grasa acumulada, para luego aspirar con poca intensidad los adipocitos.
Puede aplicarse en cualquier zona del cuerpo sin causar daños al sistema linfático, venoso y arterial. Es un tratamiento utilizado con frecuencia en áreas sensibles como la papada, la entrepierna y los brazos.
Hidrolipoclasia
Consiste en infiltrar solución fisiológica directamente en la zona que se desea trabajar, para luego a través de un ultrasonido, romper las células grasas que causan la celulitis. Esta técnica, también llamada cavitación, es exitosa debido a que produce una termogénesis (calor) que fusionada con el agua inyectada, logra disminuir la piel de naranja. Se requieren varias sesiones para conseguir resultados satisfactorios.
Intralipoterapia
Este tratamiento novedoso ha revolucionado la liposucción sin cirugía, por lo que basa la técnica en infiltrar el adipocito que se desee eliminar, de manera directa y con una solución llamada Aqualix, que contiene principios activos inocuos y biocompatibles con el organismo, por lo que el cuerpo no tiende a rechazarlo.
El ácido desoxicólico actúa eliminando el exceso de grasa que produce la celulitis y penetra hasta las zonas más difíciles de trabajar. Su aplicación requiere varias inyecciones, pero los resultados serán notorios desde la primera sesión.
Celushock
Es un procedimiento que se fundamenta en generar ondas de choque con equipos médicos de última generación, con el propósito de deshacer la grasa localizada. Simula el mismo efecto que produce la litotripsia, una técnica de choque para eliminar cálculos en los riñones.
Es el tratamiento anticelulítico ideal para erradicar los adipocitos que se localizan en las capas más profundas de la piel, a su vez debe realizarse un drenaje linfático previo para obtener los mejores resultados. Esta técnica puede combinarse con otros tratamientos anticelulíticos.
Medicina estética al alcance de todos
Elegir tratamientos no invasivos para tratar grasa localizada será siempre más accesible que la liposucción tradicional, existen clínicas que disponen de más de 10 técnicas distintas para eliminar celulitis y piel de naranja, ya que cada tratamiento se amolda a la necesidad de cada paciente. Por ello, ofrecen garantía en sus procedimientos y cuentan con los mejores especialistas en salud estética.
Actualmente la ciencia médica y la tecnología han obtenido avances importantes para cuidar la imagen corporal, la mejor manera de valorar este esfuerzo es aprovechando cada recurso que ofrecen, ya que si así se hace, el beneficio se verá reflejado en el organismo, y adicionalmente se elevará la autoestima.
La liposucción sin cirugía, en sus diversas formas de aplicación, es un tratamiento novedoso e innovador, que se encuentra al alcance de todos, de forma muy accesible. El paciente sólo debe asegurarse de que los procedimientos se practiquen por profesionales cualificados y en centros estéticos que cumplan con todo el control sanitario que establece la ley, para evitar percances y algún efecto adverso.
Tener en cuenta los factores de incidencia
La aparición de la piel de naranja en la mayoría de los casos es inevitable, sin embargo, existen algunos factores que se deben tener en cuenta, de lo contrario logran agudizar el depósito de grasa. Entre ellos podemos mencionar los siguientes:
Una dieta desequilibrada. La alta ingesta de hidratos de carbono, azúcares, sal, sodas, comidas “chatarra” y una alimentación baja en vegetales y frutas, acelera la presencia de los cúmulos de grasas que cambian la piel. Por lo tanto, hay que consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales, cereales, frutos secos y abundante agua que contrarresta estos efectos.
Sedentarismo. La inactividad física es un factor determinante para tener celulitis, ya que favorece la mala circulación y una inadecuada oxigenación de tejidos, lo que permite acumular toxinas, retener agua y aportar un espacio cómodo para el alojamiento de las células grasas. Hacer ejercicios y realizar una actividad física a diario, permite batallar con este problema estético.
Factor genético o hereditario.
Desórdenes hormonales. Entre los más comunes están la pubertad, el embarazo, el hipotiroidismo y la menopausia, puesto que en estas etapas se genera mayor producción de estrógenos inadecuadamente, lo que afecta a la concentración excesiva de grasas y líquidos, exponiéndose a una alteración en la dermis.
Edad. El desgaste celular reduce las fibras de colágeno y elastina, ya que éstos son elementos básicos que se deben tener para conseguir una piel firme y libre de arrugas.
Tabaco y alcohol. Ingerir bebidas alcohólicas aumenta el nivel de grasa en el organismo, por su alto contenido calórico, y fumar aporta radicales libres, más una oxidación celular que colabora en la destrucción de las fibras de colágeno, lo que impide combatir los nódulos de grasa situados debajo de la piel.
Poca hidratación. El agua es necesaria para la vida y contribuye al proceso de circulación, por lo que consumir poco líquido facilita la acumulación de grasa en algunas partes del cuerpo.