A mí ella me cae muy bien desde que vi en alguna ocasión L.A. Ink. Y hay que reconocer que la colección trasmite muy bien su aire rockero y transgresor. Y como además, sabéis que me gustan los colores potentes para los labios, pues me fui a Sephora a cotillear los labiales, que tienen unos tonos preciosos.
Lo primero que llama la atención de la colección Studded Kiss Lipstick es la gran variedad de tonos. Las amantes de los rosas, los neutros y los tonos nude, encontrarán colores a su gusto con el tono Noble, Agatha o Lovecraft (¡me encanta el nombre!).
Parece que la verdadera estrella de la colección es el tono Lolita. Cuando yo fui, estaba agotadísimo y se habían llevado hasta el probador. No digo más.
También hay rojos muy subidos de tono y otros que tiran más a granate, como el Underage Red, el Tijuana (Spanish Red), el Hellbent o el Countess, para aquellas a las que os guste el rojo más anaranjado.
Para todas aquellas que os gusten los colores más dramáticos y oscuros (como a mí, vamos), estáis de enhorabuena. Hay tonos verdaderamente apetecibles, como el Mercy, el Homegirl (me vuelve loca, me chifla y por eso lo pongo en la foto), el Vampira o el Bauhaus. También tenéis tonos morados como el Motörhead (en cariñoso homenaje al grupo) o negros como el Pitch Black (en versión brillante o mate).
Y si queréis un look más alocado, tenéis hasta colores verdes (Plan 9) o brillantes (Cool Navy). Como véis, los nombres de la colección hacen homenaje al rock, a la literatura de terror, a las películas de ciencia ficción y serie B o a la tierra de procedencia de Kat Von D.
Yo he probado el tono Homegirl y aunque tenga vitaminas A, C y D y antioxidantes, he de deciros que reseca. Así que ya sabéis: labios muy hidratados y exfoliados antes de aplicarlo. No contiene parabenos ni sulfatos.
El precio es de 19.90 euros y aunque la colección no es de las más baratas, la gente está arrasando con ella, así que si os interesa algún producto, no lo dejéis mucho, que vuelan.
¿Os gusta la colección? ¿Sois de colores oscuros? ¿Os gusta ella, la divina Kat?