Su textura granulada y algo áspera le convierte en uno de los mejores exfoliantes que existen. Sólo hay que mezclarlo con agua y frotar suavemente la piel, sobre todo la de los codos y rodillas. Verás lo suave que queda. También se puede usar esta pasta para exfoliar la piel de las manos o las durezas de los pies. Aplícate crema hidratante después. Si eres constante, notarás los resultados.
Otro de los usos del bicarbonato es mezclarlo con agua y aplicar en las manchas de la piel. Deja actuar unos 15 ó 20 minutos y luego retira. Como cualquier otro producto antimanchas, conviene aplicar protector solar tras su uso porque la piel está más sensible.
Al tratarse de un desinfectante muy potente, podemos usarlo para eliminar los molestos granitos y puntos negros. En este caso, es mejor mezclarlo con unas gotas de limón y aplicarlo en la zona a tratar. Dejar actuar un rato y retirar con agua tibia.
Se ha convertido en un aliado del movimiento NO-POO (sin champú) para limpiar el cabello y exfoliar el cuero cabelludo. Aunque no es necesario llegar a este extremo, sí que es cierto que el bicarbonato, mezclado con nuestro champú habitual, ayuda a desintoxicar el cabello y eliminar los restos de grasa o de caspa.
Un poco de bicarbonato en el cepillo de dientes ayuda a blanquear los dientes, pero no conviene abusar de este remedio porque al larga puede dañar el esmalte.
También se puede usar como desodorante natural.
Como veis es un aliado barato y que se puede encontrar en cualquier farmacia y supermercados.
¿Conocíais estos usos? ¿Me recomendáis otros?