Si me seguís en Instagram probablemente ya sabréis que hace unas semanas estuve en Barcelona con todos mis hermanos. Y que, en un arrebato de frikismo máximo y haciendo gala de nuestra gran madurez mental, decidimos hacernos un tatuaje conjunto.
Pues bien, esta pequeña locura, aparte de hacerme reír y disfrutar como una enana, me recordó que, desde mi primer tatoo, tengo una idea pululando por mi cabeza. Ya entonces pensé en escribiros un post con algunos pequeños consejos que me parecen útiles a la hora de hacerse el primer tatuaje. Pero entre unas cosas y otras esa idea fue cayendo un poco en el olvido. Así que ahora, después de este segundo dibujillo corporal, ya no tengo excusa. A escribir y a contar!
Antes de nada decir que, obviamente, no soy ninguna experta en el tema. Mi experiencia en este mundillo se limita a dos tatuajes de tamaño ínfimo y muy muy sencillos. Por eso me veo obligada a avisar que, si ya tienes algún tatuaje que otro, o entiendes un poco de este arte, probablemente este post no sea para ti. No creo que yo, pequeña saltamontes, pueda aportarte nada nuevo.
Pero si todavía no te has iniciado en este campo, y la idea te ronda peligrosamente la cabeza, sigue leyendo. A lo mejor alguno de estos modestos consejos te puede interesar. Y sin más, ahí van:
Consejo nº1: Mi primer consejo es de madre total: piénsalo muy muy bien antes de tatuarte. Siempre vas a tener tiempo de hacerte el primer tatuaje, pero una vez hecho ya no hay vuelta atrás. Por eso es mejor que no tengas prisa, que no te entre el #ansiaviva. Tenlo todo lo claro que puedas, e intenta sobre todo que, el dibujo que elijas, tenga algún significado para ti.
Y como plus, creo que es interesante que además asocies el hacerte el tatuaje a un momento clave de tu vida. Por ejemplo a un momento de cambio, o a alguna experiencia de la que no te quieras olvidar.
Si sigues estos dos puntos es mucho más difícil que te canses del tatuaje o te arrepientas de habértelo hecho, que si te haces un dibujo que simplemente te parezca bonito.
Consejo nº2: Escribe todo lo que se te ocurra, antes de pasarte por el estudio. Y con todo me refiero a todo: dudas, miedos, lo que quieres para tu tatoo, lo que no quieres… No lo pienses únicamente, escríbelo. Y digo esto porque si nunca te has hecho un tatuaje, esta primera experiencia va a traer consigo tantos pensamientos y emociones que cuando salgas de tu visita al estudio no te vas a acordar ni de si ibas a tatuarte un minúsculo corazoncito en el tobillo, o un dragón en toda la espalda. Normalmente en los estudios tienen un montón de dibujos súper chulos (en libros o incluso colgados en las paredes), y a veces es inevitable que te entren ganas de hacertelos todos.
Llevando todo escrito es menos probable que te desvíes de tu idea original. Además, así te aseguras de no olvidarte nada de lo que quieras transmitir al tatuador.
Consejo nº3: Acepta las posibles pequeñas variaciones que pueda tener tu tatuaje definitivo sobre el dibujo que tenías en mente. Incluso aunque escribas todos tus pensamientos y ocurrencias y se los transmitas al tatuador, y aunque éste sea un excelente profesional, siempre puede haber alguna ligera variación de cómo tú te imaginabas tu tatoo a cómo queda en realidad.
Primero porque tu idea tiene que hacer un largo camino hasta que se convierte en tatoo. Tiene que pasar de tu cabeza a tu boca, de tu boca al oído del tatuador, de su oído a su cabeza, de su cabeza a su mano y de su mano a tu piel. Y es posible que en un viaje tan largo, con tantas paradas, aparezca algún pequeño cambio. Cosa entendible teniendo en cuenta que tanto tú como el tatuador sois seres humanos y no robots.
Además, a veces el sitio de tu cuerpo donde habías pensado plantarte el tatuaje no siempre es el más agradecido. Hay zonas del cuerpo que con el movimiento natural tienden a deformar más los dibujos. Hay otras zonas que admiten mejor formas horizontales, otras las verticales, otras formas más redondeadas, etc. Y estas son cosas en las que tú a lo mejor no habías pensado y te sorprenden al llegar al estudio.
De todas formas no te preocupes. Si es que hay alguna variación va a ser mínima. Y sobre las posibles zonas donde tatuarte te va a asesorar siempre tu tatuador.
Consejo nº4: Otra cosa que puede ser de utilidad es que cotillees varios tatuadores. Y que elijas uno que esté especializado, o suela ser fiel, a un estilo similar al que tú quieras para tu tatuaje. De esta forma vas a sacar mucho más partido a toda la creatividad que corre por las venas del tatuador.
Por ejemplo, si estas pensando en hacerte un tatuaje con mucho sombreado busca alguien que trabaje este efecto normalmente. O si quieres un tatuaje pequeño y de líneas muy finas busca uno que suela hacer este tipo de dibujos.
Consejo nº5 (o vuelta a los consejos de madre): No bebas nada de alcohol antes de tatuarte. El alcohol diluye la sangre, y si bebes sangrarás más. Lo cual dificultará el trabajo del tatuador y será más incómodo para ti una vez hecho el dibujo. Esto te lo cuento por si acaso, pero seguro que te lo advierten en el estudio.
Consejo nº6: Una vez hecho, cuídate tu nuevo tatuaje tal y como te diga tu tatuador. A mi, en ambas ocasiones, me recomendaron utilizar el famoso Bepanthol. Durante diez días aproximadamente. Los primeros días tapando el tatuaje con papel film, y después ya al aire.
Y ojo, porque esta pomada mancha bastante la ropa. Según mi experiencia la mancha que deja termina quitándose a los tres o cuatro lavados. Pero mi consejo es que utilices ropa un poco más viejilla o a la que no tengas mucho cariño, los días que estés curando tu tatuaje.
Se puede adquirir en farmacias, parafarmacias y hasta en Primor. Y cuesta poco menos de 10 euros.
Nada más por mi parte.
Espero de verdad que este post os haya servido un poquito de ayuda.
Si se os ocurre algo que me haya dejado en el tintero o queráis compartir con los demás no dudéis en dejarlo dicho en la sección de comentarios.
Para los más curiosos, os dejo los enlaces a … de los dos estudios donde me he hecho mis tatuajes. Y algunas fotillos del capítulo “Los Montoya deciden hacerse un tatuaje” jiji!
Que tengáis una muy feliz semana.
Nos vemos en el próximo post.
Estudios donde me he hecho mis tatuajes:
La Piel Tatoo en Madrid. Hacen unos dibujos a base de puntos preciosos. Muy finos y elegantes.
Enki Tatoo Shop en Barcelona. Nos hicieron pasar un rato inolvidable. Se volcaron con todos nosotros y nos asesoraron genial. Mil millones de gracias!
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