Decidí llevarme a casa la versión para piel seca, ya que mis piernas tienden a resecarse bastante y quería que fuese lo más hidratante posible.
Su olor es el clásico de Nivea, y a mí me gusta.
En cuanto a cómo utilizarlo, tenemos que extenderlo como si fuese una crema habitual, con la mano; pero sin importar que la piel esté mojada.
Después (yo no espero ni un minuto) aclaramos este body milk con el agua de la ducha. ¡Y listo!
Salimos de la ducha con la piel suavecita y listas para vestirnos. Nada de pegajosidad ni incomodidad. Perfecto.
Eso sí, tampoco esperéis que os hidrate una barbaridad y os repare la piel descamada. Es perfecto para el día a día, pero para una hidratación profunda yo recomiendo algún tipo de manteca o crema más densa.
Lo encontráis en cualquier supermercado, por unos 5?
¿Lo habéis probado?