Antes de nada, disculpadme por no poder pasarme lo suficiente por vuestros blogs (ni por el mío), apenas ayer terminé de contestar todos vuestros comentarios, cosa que prefiero hacer a diario porque sino se acumulan. La semana pasada hice sólo una entrada en el blog, y soy consciente que no lo suficiente para el nivel del blog. No quiero poner excusas, pero el tiempo me come, y si el fin de semana no puedo escribir, la semana no me da para hacerlo. Así que, de nuevo, disculpas, e intentaré no perder la regularidad.
Y vamos al tema del post de hoy, que no quiero que se me haga esto muy largo (ni a vosotros, claro). Hoy os hablaré de las mascarillas de arcilla de Sakai Laboratorios. Para los que no conozcáis la marca, se trata de una empresa familiar de más de 40 años que se especializa en complementos alimenticios y fitoterapia, y además es española (concretamente calatana). Los conocí en el encuentro blogger del pasado Octubre, y me dieron muy buena primera impresión, así que pronto empecé a probar sus productos.
¿Hablamos de sus mascarillas de arcilla?
Este mismo mes de mayo, Sakai ha saco al mercado una línea de arcillas "de colores" con propiedades distintas, adaptadas a cada tipo de necesidades de la piel. Desde la clásica arcilla verde, para piel mixta y grasa, hasta las nuevas mascarillas de arcilla rosa, para piel sensible y delicada, y la amarilla, para exfoliar cualquier tipo de piel.
Como veis, a nosotras nos obsequiaron con un bote de arcilla rosa y otro de arcilla amarilla, aunque a algunas les dieron otras de otros colores (cuando las chicas de la presentación dijeron que darían las del expositor, hubo avalancha). Todas las mascarillas son 100% naturales, y su único y exclusivo ingrediente es la arcilla (y el agua, claro).
Como veis en la imagen, la arcilla rosa tiene un alto contenido en silicio y óxido de hierro y nos ayuda a dejar una piel suave y radiante. La amarilla, que también contiene silicio, tiene como componentes también el hierro y el potasio, y su función es exfoliar la piel y remineralizarla.
Todas las mascarillas se aplica de igual modo: extender por el rostro y cuello, dejando actuar 10 minutos, hasta que veamos que se ha secado. Una vez seca, la quitaremos con la ayuda de agua templada, siempre aplicando después una crema hidratante.
En las siguientes imágenes os muestro el color de las mascarillas, equivalente al nombre de cada arcilla, y de donde cobran el mismo, por supuesto.
Y ahora toca daros mi opinión. Antes de nada, es mi primera vez con mascarillas de arcilla, así que no podré comparar con ninguna otra. La sensación al aplicarla es muy fresca y se extiende fácilmente por el rostro. A medida que se va secando, va matificando su color al perder el agua y se va solidificando. Esto puede resultar un poco molesto, porque no puedes mover la cara, o lo haces con esfuerzo (es como ponerte bótox jajaja).
Eliminarla tampoco es tarea sencilla, y al principio deja el rostro un poco enrojecido (incluso alguna compañera se había incluso espantado un poco por haberle subido el tono de la piel). Por suerte, este tono se baja en un rato, dejando una piel espectacularmente fina y suave. Sin duda, merece la pena esperar los 10 minutos no muy cómodos.
Sin duda, os las recomiendo, especialmente la de arcilla rosa, adoro como me deja el rostro tras aplicarla.
El precio es de unos 6 € por tubo.
Mi puntuación es de 10.
¿Conocíais la marca Sakai Laboratorios? ¿Os animáis a probar su línea de mascarillas de colores?