A continuación te explicamos cómo funcionan y qué debes comer para disfrutar de las ventajas de los alimentos que cuentan con estas bacterias. Toma nota.
Según explican los especialistas, la teoría es que los probióticos reequilibran la ecología de los intestinos, lo que equivale a tener una inflamación menor y a acumular menos grasas pero sin perder la sensación de saciedad. De esta forma conseguimos dejar de comer en exceso y acelerar nuestro metabolismo.
Pero, además, su ingesta tiene otras ventajas. Por ejemplo reduce el azúcar en sangre. La teoría es que los probióticos pueden inhibir la absorción de azúcar en el intestino, de manera que entra en circulación una menor cantidad de azúcar.
Así mismo, está demostrado su efecto tranquilizador, los consumidores experimentan un aumento menor de cortisol, la hormona del estrés; y desobstruyen las arterias y reducen el conocido como colesterol malo.
¿Cómo hacer para consumir estas bacterias? Es importante que trates de hacerlo todos los días. Alimentos como el kéfir entero, el chucrut, la sopa de miso, el yogur, la salsa de pescado, los pepinillos en vinagre fermentados, el kombucha, el tempeh o el kimchi son perfectos.