Sí, uno de los efectos secundarios de esta dieta es la diarrea, porque algunas personas no digieren bien la grasa tan bien como deberían y sus cuerpos no la utilizan y la dieta ceto implica un 70 a 80 por ciento de grasa.
Esa grasa extra que el cuerpo no usa, sale por medio de tus heces, haciéndolas más fluidas de lo normal.
Pero también hay otro efecto secundario de este régimen que propicia la diarrea: el uso de edulcorantes no nutritivos (como el Splenda) o los alcoholes de azúcar (como el sorbitol o el xilitol) para reemplazar el azúcar regular también puede causar problemas digestivos.
En particular, el uso del sorbitol suele causar malestar gastrointestinal, como cólicos e hinchazón, además de diarrea.
Por otra parte, también puedes tener síntomas de gripa una vez que comienzas la dieta cetogénica y es normal tener dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales, mareos y náuseas.
Éstos se deben al proceso llamado cetosis, que sucede cuando el cuerpo comienza a quemar grasa para obtener energía en lugar de usar carbohidratos. La extracción de carbohidratos (sí, eso es una cosa) es lo que te hace sentir tan miserable durante este tiempo.
Mientras que la “gripa ceto” generalmente dura solo dos semanas, la diarrea no necesariamente tiene un punto final. Especialmente si tu cuerpo tiene problemas para procesar la grasa.
Si ya estás comprometido con la dieta keto y experimentas inicialmente diarrea, mantente hidratado e incrementar tu consumo de fibra, pues esto puede ayudar a tu cuerpo a ajustarse a la cetosis, darle volumen a tu popó y ayudar a reducir los viajes al baño.
Puedes aumentar la ingesta de fibra agregando más verduras al plato, como hojas verdes y brócoli. Si ya lo haces, entonces opta por un suplemento de fibra.
Si la diarrea persiste por más de dos semanas, podría ser momento de analizar tus elecciones de alimentos, reducir los edulcorantes artificiales y concentrarte en las grasas saludables (como aguacate y aceite de oliva) en lugar de las menos saludables (como varios quesos y tocino).