Inhala…Exhala…………Inhala…Exhala… Detente, respira, solo eso…
Llevo varias semanas con la sensación de que la vida últimamente se me esta pasando volando…de hecho, hace varios años que tengo esa sensación, una sensación aumentada en las últimas semanas por el trabajo y la ocupación continuada de lunes a viernes.
Tengo que echar la mirada bastante atrás para recordar la sensación de que el tiempo pasaba muy despacio. Allá en el cole, cuando aún no tenía conciencia de lo que duraban los meses, las estaciones, los años… En algún sentido era bonito no ser consciente de la división del tiempo, porque así no era necesario pensar en ello y solo tenías que preocuparte de experimentar, de sentir, de explorar, de vivir.
Pero para la gran mayoría de los adultos, a veces el tiempo corre deprisa, muy deprisa…demasiado deprisa. Y lo peor de todo es que es una realidad paralela que vivimos porque eso, es una gran mentira. El que corre no es el tiempo, el que corre eres tú.
Y muchos diréis, pero claro que tengo que correr…porque tengo muchas cosas que hacer, ¡muchas! Pero, ¿son todas esas cosas que tienes que hacer realmente necesarias? Primero párate a pensarlo porque quizás estás gastando tu preciado tiempo en tareas no tan importantes o necesarias y se lo estás robando a otras que sí lo necesitan…Eso para empezar.
Pero ahora, si me permitís plantear una pregunta tonta, ¿alguna vez os ha pasado que hacéis las cosas ”por hacer”? Supongo que como a la mayoria de la gente, os pasa constantemente… No eres tú, es tu entorno. La dinámica social en la que vivimos inmersos nos ha enseñado que tenemos que hacer muchas cosas al día para ser personas ”de provecho”. En cierta medida, puede parecer algo razonable, pero…quizás nos estemos olvidando de algo.
¿Hola? Llamando a planeta tierra habitado por humanos y no por autómatas con tareas autoprogramadas…
Si eres de los que se ha planteado esta cuestión, si eres de los que siempre tienen algo que hacer, de los que se les pasa el tiempo volando y no se dan ni cuenta, quizá esto te interese.
La gente no miente cuando sentencian que el tiempo es oro….
Y si el tiempo es oro, ¿por qué lo gastamos alegremente en todo menos en percibirlo, sentirlo, disfrutarlo?
Si, ya lo sé, el sistema no nos deja, el sistema no nos deja… Pero quién tiene cerebro propio, ¿el sistema o tú?, ¿quién quieres que maneje tu vida, el sistema o tú?
¿Hay cosa más absurda que vivir sin darse cuenta de que se está viviendo?
A menudo hacemos nuestras rutinas diarias sin vivir el instante, sin percibir el tiempo y lo que es peor, sin percibirnos a nosotros mismos. Vamos todo el día pensando en lo que vamos a hacer en el minuto siguiente… Y lo peor de todo es que ¡¡¡siempre parece que vamos tarde!!!
Pues para todos aquellos que gastáis algo de vuestro tiempo en haceros este tipo de preguntas, yo, que soy muy dada al autoanálisis, os presento un concepto muy interesante que si lográis, de verdad, aplicarlo a vuestra vida diaria, os reportará más de una buena sensación positiva.
Señores, hay que parar esto. Y para ello, tenemos que empezar desde cero. YA.
Vamos a hacernos un favor a nosotros mismos, y a los que nos rodean…porque con el cambio podemos ganar todos…vamos a pararnos y respirar… Solo unos instantes a cada ratito es suficiente (lo de pararse, ¡no lo de respirar! jajaja)…Hagámoslo despacio, conscientes, atentos. Vamos a aprender a desaprender estos ritmos de vida acelerados que nos insensibilizan hacia nosotros mismos y a menudo nos hacen perder la perspectiva de lo que REALMENTE IMPORTA.
Vamos a empezar por el principio… ¿me acompañáis?
EJERCICIO PREPARATORIO
Hazte una pequeña libreta. Varios folios cortados a la mitad y luego doblados, sujetados por un trocito de hilo por su lomo será suficiente. Será tu libreta de noche.
Al final de cada día, repasa lo que has hecho en el día. Piensa qué tareas podrías haber eliminado, cuáles podrías haber percibido mejor. Piensa qué tareas te habría gustado hacer en lugar de esas. Apúntalas, revisa la libretita cuando te levantes al día siguiente e intenta llevarlas a cabo. Es solo un recordatorio. No tenemos prisa. No es obligatorio. Lo haremos porque queremos y porque así lo hemos decidido.
Puede parecer una chorrada, pero no lo es, os lo aseguro. Tenemos que aprender a vivir nuestros días como realmente queremos y no dejarnos llevar por la rutina, los hábitos y las millones de tareas con las que, sin un motivo realmente justificado, nos levantamos.
Mentalidad en modo Mindfulness ON.
¿Quién se apunta?