En mi anterior post os comentaba que andaba en "busca de progresión", y es por eso que las entradas son menos abundantes, pero puntualmente seguiréis teniendo noticias mías. Y al hilo de esto... ¡el arte efímero! ¿No lo entendéis?...
La cuestión es que esa progresión ha dado lugar a una mudanza y
ando liadísima: ojeando revistas de diseño, eligiendo muebles, quedando con el albañil... en fin, ¡qué os voy a contar que no sepáis! Y ha sido aquí, en mi nueva morada, donde he vuelto a redescubrir lo que me maravilla la naturaleza. ¡Sólo tengo que mirar por la ventana para descubrir cada día el arte efímero! Ahora sí... ya lo entendéis...
Y es que toda aquella expresión artística concebida bajo un concepto de fugacidad en el tiempo, de no permanencia como objeto artístico material y conservable se denomina arte efímero. Cada amanecer, cada atardecer, cada minuto desde mi ventana es una obra de arte no perdurable, destinada a desaparecer en poco tiempo, pero digna de ser observada con total admiración.
Como veis, hoy no ha habido moda (que por otra parte, también es arte efímero), pero tenía que compartir con vosotras estas imágenes, porque el ritmo que nos impone la vida que llevamos, muchas veces, no nos deja tiempo ni para disfrutar de lo que nos ofrece una simple ventana.
¡Hasta la próxima!
Besis.