Entre sus beneficios, podemos encontrar que además de mejorar el sistema cardiovascular, tonificar músculos de brazos, piernas y glúteos, también ayuda a fortalecer la musculatura de la espalda y a corregir la postura. Y como casi todos los deportes, ayuda a liberar tensiones y estrés.
Si quieres probarlo, lo primero que debes hacer es consultar el peso por el que debes empezar a tu monitor/a, y si puedes acude antes a una clase de técnica para realizar correctamente los movimientos y así prevenir lesiones.
Llévate una botella de agua a la clase para no perder hidratación y si ves que no puedes con el peso, no te fuerces y pon menos, poco a poco podrás ir aumentando sin apenas notarlo.
La clase empieza con un calentamiento, después cada fase de la clase irá enfocada a un grupo muscular, piernas y glúteos, pectorales, espalda, tríceps, bíceps, hombros y abdominales. Al final se realiza un estiramiento para relajar y estirar los músculos.
Es una actividad completísima que hay que coger poco a poco, si le coges el gusto te encantará y verás resultados antes de lo que crees. ¿Te animas con el Body Pump?
Fuentes: www.webconsultas.com; www.fitnessynutricion.com