El ambiente
La pasarela Cibeles no es sólo desfiles, en el recinto de IFEMA, al rededor de donde tenían lugar los desfiles, había multitud de stands de las principales revistas de moda y belleza, además de algunas marcas patrocinadoras del evento. Pero no todo era vender, en el Puesto de Côte d'Or podías degustar sus chocolates y disfrutar de un masaje con crema de cacao. Había stands para cambiar de imagen con un nuevo peinado, para hacerse la manicura, para aprender a maquillarse... Y también concursos.También había espacios para descansar y tomar algo. Las Rozas Village, otro de los patrocinadores, montó un bar para celebrar su décimo aniversario y ofrecían descuentos en sus tiendas. Tras los desfiles, aquellos con acreditación, se relajaban en un espacio reservado.
Algunos de los de siempre
Adolfo Domínguez presentó una colección bastante sobria y clásica, aunque con líneas algo más voluptuosas de lo habitual y con el azul como color.Ailanto escogió cortes clásicos para crear formas delicadas y con movimiento gracias a las telas. Estilismo de noche y looks más urbanos en los que resaltaba una nota de color entre los tonos más apagados, propios del invierno. Incluyó hombreras en algunos de sus diseños.
Los nuevos talentos
El primer día de la Madrid Fashion Week fue para diseñadores noveles, de entre ellos destaco a Maya Hansen con sus originales vestidos con estampados de grupos 'heavies' como los Kiss o los Iron Maiden. Mezcla a la perfección la elegancia con un punto rebelde y duro.Durante toda la feria, hubo jóvenes diseñadores con sus prendas y accesorios a la venta entre todos los stands. Los precios variaban mucho y podían encontrarse verdaderas ofertas. En las fotos: cinturones de Itunube, broches de Oh! El tocador de Monique y camiseta y vestido de Hola por qué.