Así como hay alimentos que nos ayudan a mantener una piel sana y joven hay otros que crean el efecto contrario y nos echan años encima. No decimos que no se puedan comer nunca pero sí que es mejor que se reduzca su consumo para evitar aparentar más años. Las cremas y los dentífricos tienen su función y nos ayudan en nuestro cuidado e higiene, pero la buena alimentación debe formar parte de nuestro estilo de vida.
El paso de los años es una realidad, vamos envejeciendo día a día y aunque todas las partes del cuerpo sufren un continuo deterioro hay dos partes de nuestro cuerpo dónde los signos de la edad se hacen mucho más evidentes ya que son las zonas más visibles. Hablamos de la piel y de los dientes. La piel es el órgano más grande y expuesto de nuestro cuerpo, en un adulto medio tiene una extensión de 2 metros cuadrados y pesa entre 4-5 kilogramos. Los dientes son nuestra tarjeta de visita cuando hablamos o sonreímos, y pueden avenjentarnos si no los cuidamos para mantenerlos blancos y en su sito.
Según un estudio publicado en la revista Health bajo la supervisión del Dr. Ariel Ostad de la American Academy Dermatology, se llegó a la conclusión de que existen un total de 12 alimentos que aceleran el proceso de envejecimiento de la piel y los dientes.
Alimentos a evitar para mantenernos jóvenes
Alcohol: el hígado es el órgano de nuestro cuerpo que ayuda a eliminar toxinas pero si bebemos mucho alcohol se satura y entonces las toxinas se acumulan. Éstas afectan a nuestra piel agravando enfermedades como la rosácea y haciendo que se vea amarilla, con más acné y más arrugas.
Bebidas energéticas: pueden convertirse en una aliado en los momentos de sobre esfuerzo o cansancio, pero muchas de ellas dañan los dientes por contener ácidos.
Café: la cafeína produce deshidratación en nuestro cuerpo. El consumo de más de 3 o 4 tazas de café al día provoca un aumento de los niveles de cortisol, la conocida como hormona del estrés, lo que acelera el proceso de envejecimiento de la piel, puesto que la piel pierde grosos y al estar más delgada es más propensa a las arrugas y la apariencia opaca. También puede provocar manchas en los dientes como pasaría con el consumo excesivo de Té negro.
Carne carbonizada: cuando cocines o comas carnes hechas en barbacoa o parilla ten cuidado de no quemarlas ya que eso hace que aparezcan hidrocarburos contaminantes que destruyen el colágeno (proteína que ayuda a dar forma a los tejidos y los mantiene fuertes y firmes) de nuestra piel.
Carne procesada: cuando comemos salchichas, beicon o embutidos no sólo estamos dando a nuestro cuerpo un exceso de grasa y calorías, sino que según explica el Dr. Ostad, estos alimentos contienen sulfitos (derivados del azufre que se utilizan como aditivos conservantes de los alimentos) sal y sustancias químicas usadas para preservar y mantener que aceleran los procesos de envejecimiento.
Carne roja: contiene muchos radicales libres que son sustancias químicas muy reactivas que introducen
oxígeno en las células, provocan la oxidación de sus partes y aceleran el envejecimiento del cuerpo. Por eso es recomendable comer alimentos ricos en antioxidantes, moléculas que retardan o previenen la oxidación y que contrarrestan el efecto de los radicales libres. Intenta sustituir la carne roja por pavo, pollo o conejo.
Dulces: el abuso de azúcares puede causar daños a la piel por la activación del proceso de glicación que destruye el colágeno (del que hemos hablado anteriormente). El azúcar también tiene un importante impacto en nuestros dientes ya que su consumo acelera la aparición de caries.
Grasas trans: aumentan el riesgo de enfermedades del corazón y son perjudiciales para la piel porque la hacen más vulnerable a los rayos del sol, lo cual acelera su envejecimiento.
Limonada: los ácidos de este cítrico hacen de una bebida inofensiva como la limonada en realidad un enemigo para nuestros dientes, aún peor si le añadimos azúcar.
Picante: Su consumo en exceso puede agravar enfermedades como la rosácea y durante la menopausia puede provocar manchas en la piel.
Sal: se debe usar en muy poca cantidad e incluso eliminarla y sustituir por otras hierbas aromáticas, su consumo da lugar a retención de líquidos, lo que provoca hinchazón en la piel y, por ejemplo, ojeras. Una dieta con demasiada sal hace que la piel pierde firmeza y gane flacidez.
Vino blanco: los ácidos que contiene dañan enormemente el esmalte y hacen que salgan manchas. Lo que nunca debes hacer después de beber vino blanco, u otros alimentos que dañen los dientes, como los dulces, es lavártelos en seguida. Debes dejar que la saliva actúe y disminuya la acidez antes de cepillarlos.
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