La barba contiene el mismo número de cabellos que la suma de las piernas y axilas de la mujer. Y el grosor de cada pelo es aproximadamente el doble; cada uno de ellos, cuando está seco, tiene la dureza de un alambre de cobre.
Según manifiestan las pinturas rupestres, el hábito de afeitarse ya era popular en la prehistoria. Desde entonces, algo han cambiado las técnicas, por eso hoy damos un repaso a las más nuevas y populares fórmulas del afeitado masculino, un ritual de belleza con el que el hombre, además de eliminar el vello facial, aprovecha para el cuidado de su piel.
EN HÚMEDO
Preferido por la mayoría, porque es más apurado y refrescante. Se utiliza gel o espuma y maquinillas multihoja o desechables. Son fáciles y rápidas de usar, pero sus repuestos son caros y poco ecológicos. Las hay que usan pilas para producir vibraciones y un afeitado más apurado. Los geles y cremas listos para usar tienen la ventaja de hacer espuma rápidamente, permitiendo un rasurado en menos tiempo. Pero suelen estar hechos a base de alcohol y químicos que no son siempre favorables para la piel.
Quizá por ello las brochas de afeitar se están volviendo a popularizar. Ya no son consideradas como un instrumento para gente de cierta edad, también hombres jóvenes se están uniendo al uso de este accesorio y disfrutando de sus ventajas. El uso de brocha para el afeitado diario permite una espuma mucho más rica a la vez que eleva y suaviza el pelo de la barba y mejora la calidad general del afeitado. Además, ayuda a evitar los pelos incrustados en la piel y proporciona un auténtico masaje para la cara, manteniéndola firme y tersa.
Pero ¿qué brocha comprar? Lo primero a tener en cuenta es cómo la vamos a usar: si para jabón o crema y si para hacer la espuma en bandeja o directamente en la cara. Si se trabaja previamente en un recipiente y con crema, lo mejor es elegir pelo de tejón de una altura superior a a los 6 cm y que no esté muy poblada de pelo. Para jabones de pastilla, barritas y hacer la espuma en la cara, más pelo pero más corto, de 5,5 cm de altura.
¿Y cómo se usa? Calienta la brocha con agua. Vierte un poco de crema de afeitado en un cuenco o recipiente. Escurre la brocha, pero sin eliminar totalmente el agua. Remueve la crema con la brocha. Sin apretar, simplemente describe círculos hasta que quede bien impregnada de producto. Con la brocha enjabonada masajea la cara lavada con agua caliente, sin apretar y en círculos, hasta que quede completamente cubierta por una buena capa de crema. Si trabajamos directamente sobre la cara, insistiremos hasta crear la espuma deseada.
El masaje con la brocha facilita la absorción de la crema en la piel. Además, levanta los pelos de la barba, de manera que el afeitado es más apurado. Por último, la brocha ayuda a exfoliar la piel, eliminando los restos de células muertas. Necesitas más tiempo pero merece la pena.
Al ser la brocha un producto natural, requiere cuidados. Después de cada uso, aclara hasta que el agua salga limpia. Escúrrela bien y presiona sobre una toalla para secarla lo más posible. Guárdala colgada boca abajo. De vez en cuando aprieta el pelo suavemente para que mantenga su forma y si ves algunos curvados, peina con un peine destinado sólo para este uso para que vuelvan a su posición.
AFEITADO EN SECO
Y de lo que algunos considerarán prehistoria, al sistema más sofisticado.
Todos los sistemas conviven en perfecta armonía. Casi todos los hombres los alternan en función del tiempo que tengan, si están de viaje, quieren un cuidado más suave para la piel, deciden lucir barba una temporada…
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