Según el tratamiento que ofrezco a las personas que acuden a mi consulta, el quid de la cuestión es aprender a afrontar situaciones o sentimientos desagradables de manera constructiva y sin acudir a la comida. Y hoy voy a analizar los puntos clave en este artículo.
El ansia por lo dulce
Cuando padecemos ansiedad o estrés, nuestros niveles de insulina, cortisol y azúcar en sangre aumentan. Tenemos un subidón por el aumento de azúcar, pero al cabo de un par de horas tendremos un bajón importante, que nos lanzará a comer más alimentos con azúcar o con productos elaborados con hidratos de carbono refinados (pan, pastas, pasteles, chocolate, pizza, bebidas azucaradas o edulcoradas,…). Comer de esta manera genera altibajos emocionales, tan pronto te sientes pletórica, como cansada y desfondada.
Lo malo de estas sustancias es que a parte de no aportarnos casi nada a nivel nutricional, nos roban minerales como el calcio y el magnesio para ser metabolizados. El azúcar y los hidratos de carbono refinados generan adicción, y debemos verlos como tal para poder liberarnos de ellos.
Consumir azúcar e hidratos de carbono refinados produce altibajos emocionales y alteraciones en nuestro metabolismo
El cortisol y la grasa abdominal
Como decía en el párrafo anterior, al padecer ansiedad, o al consumir azúcar e hidratos de carbono refinados, aumenta el cortisol, una hormona que facilita la acumulación de grasa a nivel abdominal, nuestras células grasas de esta zona, tienen cuatro veces más receptores de la hormona cortisol que otras células de grasa que encontremos en otra parte del cuerpo.
Cuando estamos ansiosos el azúcar en sangre aumenta, y si no lo quemamos, lo almacenaremos en forma de grasa, sobretodo grasa abdominal.
El cortisol hace que aumente el azúcar en sangre, que si no quemamos, rápidamente se almacena en forma de grasa, sobretodo abdominal
Estrategias para disminuir la ansiedad, la compulsión y la grasa abdominal
Lo siento pero no hay píldoras mágicas, todo pasa por trabajo interno a tu alcance que te liberará de estos trastornos.
1. Aceptación de lo que sentimos: Cuando empezamos a sentir sensaciones desagradables u otras que podríamos catalogar de inadecuadas, en vez de intentar negarlas, acéptalas, deja que fluyan a través tuyo, obsérvalas sin juzgar y así las irás liberando. Comiendo de más no vas a solucionar nada, acéptando lo que sientes de manera constructiva sí.
2. Incluye en tu dieta grasas saludables: Contrariamente a lo que muchos piensan, consumir grasas saludables en su justa medida nos ayuda a adelgazar, ya que aumentan nuestra sensación de saciedad, nos ayudan a regular el azúcar y el cortisol en sangre. Ejemplo de grasas saludables son los aguacates, aceite de oliva, de girasol, o de coco virgen extra, frutos secos, y pescado azul con sus potentes ácidos grasos esenciales y su gracia antiinflamatoria.
3. Elimina tensiones: La ansiedad y el estrés patológico generan tensiones a varios niveles en nuestro cuerpo. Podemos eliminar tensiones de varias maneras como haciendo ejercicio, bailando, riendo, meditando, relajándonos, dando un paseo por el bosque, escribiendo, … y gracias al sexo. Tú decides cuál de ellas emplear.
4. Eliminar el azúcar, y los hidratos de carbono refinados, como el trigo. Cuando recomiendo a las personas disminuir o eliminar estas sustancias, de una semana para la otra su ansiedad disminuye y se sienten mejor. Matado el perro, muerta la rabia.
5. Cuídate: Cuida tu cuerpo físico: incrementa el consumo de verduras, frutas, cereales no refinados, frutos secos y algo de pescado. Realiza ejercicio de manera agradable. Cuida tus emociones: aprende a escuchar a tu cuerpo, a tu ser interno, a Vivir sin poner diques que contengan tus emociones, a expresarte de manera constructiva.
Gracias por leerme,
Mentxu da Vinci
Naturópata, Coach para Adelgazar, Diseñadora del curso online para adelgazar disfrutando, Directora de Armonía Corporal "Cuidarse no tiene porqué ser desagradable. De hecho, cuidarse pasará a ser para ti un estilo de vida placentero en el que disfrutarás de lo que comes y te sentirás muy bien con tu cuerpo."
Fuentes:
Rosmond, R., M.F. Dallman, & P. Bjorntorp. Stress-related cortisol secretion in men: relationships with abdominal obesity and endocrine, metabolic, and hemodynamic abnormalities. Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism
83: 1853-1859, 1998.
Jones, T.L. Definition of stress. In J.J. Robert-McComb (Ed.), Eating Disorders in Women and Children: Prevention, Stress Management, and Treatment (pp. 89- 100). Boca Raton, FL: CRS Press, 2001.
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