Su uso es conocido desde la Antigüedad, pero parece que es de unos años a esta parte cuando se ha popularizado su uso. Tienen propiedades dermatológicas, aportan una alta hidratación y penetran muy bien en nuestra piel, dándole elasticidad, suavidad y nutrición, aportando un excelente cuidado para nuestro cuerpo y pelo. Mucha gente piensa que no son para ellas porque dejan restos de grasa. Pero cuando no se usan para masaje (en este caso su textura es una delicia), existe el aceite seco, formulado para que la piel lo absorba rápidamente, nutre en extremo, no brilla, no pringa y no mancha la ropa.
Textura Aceites Elvive de L’Oréal
ELIGE EL TUYO
Argán regenerante
El árbol de argán crece sólo a lo largo de la costa marroquí, al sur de Essaouira. Muy resistente a los climas más áridos, sus almendras contienen un tesoro: el aceite de argán, rico en vitamina E.
Nuez de Brasil, muy versátil
Es capaz de reponer los aceites naturales del cuerpo, por lo que es un buen hidratante.
Cártamo rejuvenecedor
Su aceite contiene un 70% de linoleico, un 20% de oleico y un 5% de palmítico. Tiene propiedades hidratantes, reafirmantes y antiedad.
Sésamo para la piel de seda
Proporciona una hidratación muy suave. Se puede utilizar para masajes contra la flacidez. Es un excelente revitalizador de la piel, capaz de filtrar la radiación UVB. Como mascarilla para el cabello, aporta suavidad e hidratación.
Semilla de uva, cuestión de base
Alta concentración en ácidos grasos y ácido linoleico. Se trata de un aceite vegetal de base, ideal para combinar con aceites esenciales o para realizar maceraciones y obtener así verdaderos tratamientos naturales
Soja, hidratante
Es muy conocido en el sector cosmético por sus propiedades hidratantes y es una base perfecta para cualquier producto corporal o capilar.
Aguacate, nutrición intensa
Con vitaminas A, B1, B2 y D y ácidos grasos esenciales omega 3, 6 y 9, los amerindios y aztecas de América del Sur y América Central empleaban la pulpa del aguacate en su alimentación para proteger su piel de vientos desecantes. Lo aplicaban sobre el cabello para favorecer el crecimiento y consideraban la pulpa como estimulante sexual de primer orden.
Oliva antioxidante
Está demostrado por estudios clínicos que tiene propiedades para retardar el envejecimiento, antirradicales libres, antiinflamatorias e hidratantes.
Girasol, aliado de la piel
Tiene una riqueza del 90% en ácido oleico, por lo que es un excelente nutriente.
ASÍ SE USAN
En el cuerpo. Si es un limpiador, como un gel de ducha, emulsiona un poco de producto con agua entre las palmas y aplica desde los tobillos con un suave masaje. Aclara y presiona con una toalla, sin frotar. No necesitas más hidratante.
Si te decides por un aceite de ‘los de toda la vida’, después de lavarte como de costumbre, sin salir de la ducha, aplica unas gotas de producto sobre las manos y masajea desde los tobillos sobre la piel húmeda. Esto crea unapelículaqueevitaladeshidratación. Unavezseca, tu piel quedará como la seda, sin rastro de grasa. Los aceites secos se usan como una leche, después de la ducha, sobre la piel perfectamente seca; permiten vestirse inmediatamente y dejan un halo satinado.
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En la cara. Bastan unas gotas para beneficiarse de todas sus virtudes, directamente en la frente, las mejillas, la barbilla y el cuello. Extiende con las yemas de los dedos desde el interior hacia el exterior del rostro. Gracias a su textura sedosa, los aceites son absorbidos rápidamente por nuestra dermis.En el pelo. Pon unas gotas en la palma de la mano y desliza de medios a puntas sobre el cabello húmedo o seco, antes de peinarlo como de costumbre. Reparan la cutícula, hidratándola, y dan mucho brillo.