There are some things we do daily (even every hour) that make our skin to age and sometimes we arent even concious of them. Do you wanna know what those things are, in order to avoid them? Keep reading.
Lo sé, el título del post no es muy optimista, pero es que hacemos cosas que, sin darnos cuenta, nos hacen envejecer. Así que os voy a decir cuáles son para que paréis YA de hacerlas.
Estoy segura de que de la mayoría no sois ni siquiera conscientes de que las hacéis, pero ya estoy yo aquí para arrojar luz sobre vuestra ignorancia . Tenéis que dejar de hacer ahora mismo todo esto:
Restregarse los ojos. Soy la primera a la que le da mucho gustito restregarse los ojos cuando tiene sueño, como si fuera una niña pequeña. Pero eso sólo consigue que las fibras de colágeno y elastina de la piel de esa zona, que es muy frágil, se rompan. ¿Resultado? Piel que se descuelga, arruguitas... ¿os suena? Lo mismo os digo a las que os desmaquilláis los ojos como si no hubiera un mañana, frota que te frota, o a las que os ponéis la crema amasando la piel. Delicadeza, por favor.
Tocarse la cara. Ya lo decían (y lo dicen) nuestras madres: ¡esas manos, que van al pan! Lo más seguro es que tengamos las manos más sucias de lo que nos gustaría -estamos todo el día tocando móviles, superficies sucias, dinero...-, así que tocarnos la cara sólo hará que esa mugre se traslade de nuestras extremidades a nuestro cutis. Y una piel sucia es una piel que no respira, a la que le salen imperfecciones y que tiene un tono apagado. Muy de envejecida, ¿verdad?
No ponerse gafas de sol. Hay que llevar gafas de sol todo el año, hasta cuando está nublado. Los cambios de luminosidad y la radiación intensa, además de envejecer por los efectos dañinos del sol, hacen que achinemos los ojos para ver mejor, con la consiguiente aparición de arruguitas en la zona si lo hacemos a menudo. Hoy en día unas gafas de sol son un complemento de moda más, así que no dejéis de ponéroslas, anda.
No ponerse gafas de ver. Vale, nos resistimos a reconocer que ya nos van haciendo falta unas gafas de cerca. O no queremos reconocer que tenemos miopía y vemos menos que un gato de escayola. Bien, pues estar todo el rato intentando enfocar la vista, haciendo muecas extrañas (porque sí, las hacemos aunque no nos demos cuenta) también nos va a crear más arrugas en los ojos de las que nos gustaría. ¡Con lo interesante que queda sacar unas bonitas gafas de ver y ponérselas, hombre!
No usar SPF todo el año. Esto es exactamente igual que lo que os decía de las gafas de sol: hasta cuando está nublado hay que ponerse protector solar, porque la radiación UVA y sobretodo la UVB son muy dañinas para la piel y la hacen envejecer prematuramente. Yo llevo SPF50 todo el año, pero un 25-30 puede ser suficiente para las que no estáis tan
No limpiarse la piel. Si después de estar todo el día maquilladas, o en la calle, o ambas cosas, no limpiamos nuestro cutis y lo dejamos respirar, la suciedad se irá acumulando en los poros. Esos poros se harán cada vez más grandes para albergar más y además, con la edad, se harán alargados por la fuerza de la gravedad. La piel no respirará y tendrá un tono verdoso de lo más favorecedor, y las venitas y puntos negros harán su aparición estelar. Un panorama de lo más inspirador, ¿eh? Pues que no me entere yo de que no os dais aunque sea con una toallita desmaquillante o un agua micelar antes de meteros en la piltra, almas de cántaro.
Limpiarse demasiado la piel. No es que tan malo sea el defecto como el exceso, pero limpiarse la piel de más tampoco es bueno para conservar su juventud. Si la agredimos con jabones fuertes o nos pasamos de limpias, la resecaremos y sensibilizaremos. Y una piel seca y sensible tiende a envejecer antes que una que está sana, normalizada y con un nivel de hidratación óptimo. Así que no hace falta frotar y dar esplendor, sino limpiar suavemente pero de manera eficaz. ¡Y luego hidratar!
Reconocedlo, ¿cuántas de estas cosas hacéis al menos una vez al día, pecadoras? ¿Quién se propone no hacerlas más?