La capacidad de Autoprotección de la Piel depende de la cantidad de la melanina que puede producir de manera natural una persona.
Las pieles claras, con poca melanina, se hallan naturalmente menos protegidas que las oscuras.
La resistencia de la piel bajo el sol, es decir el tono, determina el factor de protección solar a utilizar en cada caso.
Fototipo I:
Este tipo de piel se quema inmediatamente y no se broncea. Se deben evitar los rayos directos del sol, pero si te expones a ellos necesitarás una protección máxima con un bloqueador total, sobrero, gafas y ropa adecuada.
Fototipo II:
Este tipo de Piel se quema casi siempre, se broncea ligeramente y suele tener un tono bastante claro. Debes usar siempre protección, empezando por un protector con factor alto para las primeras exposiciones y bajando gradualmente mientras el bronceado se va desarrollando.
Fototipos III y IV:
Es una piel morena que se broncea con facilidad. Aunque raramente se quema, la radiación también suele dañarla.
Hay que comenzar la exposición al sol con un factor de protección alto que ira bajando a medida que se desarrolle el bronceado.
Te recomiendo utilizar un bloqueador ligero sin aceites.
No olvidemos que en cuanto mayores nos hacemos, la fábrica que produce la melanina funciona con menos efectividad. Lo que puede producir tanto hiperpigmentación como hipopigmentación.
Toma en cuenta esto para que la protección frente a los rayos UV la apliques desde pequeño ó a tus peques.
Con esto evitarás problemas en la piel en la edad adulta.