1. No proteger tu piel del sol. Seguro que estás pensando que este punto no te afecta a ti, que tú siempre usas protección solar cuando vas a la playa o la piscina, pero te equivocas. Actualmente, el sol es más peligroso que nunca y, no solo en verano, sino durante todo el año. Salir a correr o andar por la calle largos ratos cada día sin protección solar puede tener consecuencias muy negativas en la salud de nuestro cutis. ¿La solución? Tienes dos opciones, bien aplicar un filtro solar tras tu crema hidrante y previa al maquillaje, o bien decantarte por una BB Cream que incluya un factor de protección solar superior a 40.
2. No reaplicar tu crema protectora solar cada dos horas. Aquí sí nos referimos a esos momentos de verano en los que pasamos largar horas bajo el sol. Tampoco deben olvidarse los amantes del deporte al aire libre o de las rutas por el campo. Aplicarse la crema al salir de casa y no volver a hacerlo en todo el día es lo mismo que no haber usado protección. Además, no te fíes de que el día esté nublado, o de que no estés en las horas consideradas de riesgo, porque la exposición te afectará igualmente.
3. Tomar el sol entre las 13 y las 17 horas. Muchas personas creen que este es el mejor camino para conseguir un bronceado rápido, pero también lo es para llenar tu cuerpo de manchas e, incluso, conseguir un futuro problema de salud serio. Por tanto, es mejor que aproveches estas horas para relajarte a la sombra o sentarte en alguna terracita.
4. No usar sombreros y gafas de sol. Están de moda y cumplen una función fabulosa a la hora de proteger nuestro rostro de futuras manchas y arrugas así que, ¿por qué no usarlos? Encuentra diseños que se ajusten a tu estilo ¡y no te separes de ellos durante el verano!
5. El tabaco. Sabemos que las fumadoras estabais temiendo este punto, pero es verdaderamente impresionante lo rápido que envejece la piel de una persona fumadora en comparación a una que no tiene este mal hábito. Infinidad de estudios e imágenes virales de Internet lo demuestran, y es que el tabaco le roba toda la luminosidad a tu rostro, lo reseca, ensucia, abre los poros y, por si todo esto fuera poco, destruye el colágeno e incentiva la aparición de arrugas, sobre todo el temido código de barras.
6. No desmaquillarte. Todas amamos el maquillaje para vernos más guapas, pero es realmente importante retirarlo cada noche antes de dormir. A muchas personas les da pereza, sobre todo cuando llegan tarde a casa pero, ¿sabes lo que realmente le estás haciendo a tu piel? Por la noche, la piel aprovecha para auto-repararse de todas las agresiones que ha sufrido durante el día, relajarse y descansar. Sin embargo, el maquillaje no deja de contener químicos y siliconas, además de toda la contaminación que se haya ido asentando en tu rostro a lo largo del día, que obstruirán tus poros y dañarán la elastina y el colágeno. Todo esto interfiere en ese proceso de auto-reparación y, por tanto, impide que las células se regeneren y oxigenen correctamente. ¿El resultado? Mayor propensión al acné y a las arrugas, además de pérdida continua de luminosidad. Eso sin contar con todas las infecciones e irritaciones que podrán aparecer en tu piel y ojos.
7. La falta de una rutina de cuidados. Si a muchas les cuesta el punto anterior, seguramente tampoco se planteen seguir los pasos claves en el cuidado de la piel. No obstante, se trata del órgano más grande de todo el cuerpo y se encuentra expuesto ante todo lo que nos rodea. De ahí que sea crucial cuidarlo como se merece y prestarle atención día a día. Aunque parezcan muchos pasos, no te llevará más de 5 minutos y los resultados, ¡se notan! Usa siempre productos adecuados para tu tipo de piel y aplícalos en este orden: limpiador, tónico, sérum, crema hidratante y, por el día, protector solar. Además, podemos realizar un tratamiento específico para ciertos problemas, como Skin Renewal de Swiss Clinic, que nos ayuda a reducir manchas, arrugas y cicatrices de manera eficaz.
8. Una mala alimentación. Ya es conocido por todos que ciertos alimentos pueden influir desde dentro en el aspecto externo de nuestra piel. Así, abusar de azúcares, grasas saturadas y alimentos procesados también incentivará que nuestra piel pierda su lozanía y se muestre apagada.
9. No dormir lo suficiente. Como te comentábamos más arriba, la piel se restaura por la noche, por lo que dormir menos de ocho horas, no sólo afectará a dicho proceso, aumentando la aparición de arrugas, sino que también incentivará la aparición de las temidas bolsas y ojeras. Sabemos que el día no tiene suficientes horas, pero el sueño debe ser una de tus prioridades. Si eres de las personas a las que les cuesta dormir, consulta con tu médico o recurre a tratamientos naturales que te permitan descansar lo suficiente.
10. Mucho estrés. El estrés no es bueno para nada, pero menos aún para nuestra piel. Este hará que nuestra sangre se centre en oxigenar y dar energía a nuestros órganos vitales, dejando en un segundo plano nuestra piel, que perderá su luz natural. Asimismo, desencadenará la producción de cortisol, con efectos nefastos a la larga, ya que potenciará el envejecimiento prematuro. Puesto que no podemos decir adiós tan fácilmente al ritmo de vida que tenemos, al menos debemos combatir el estrés mediante técnicas de meditación o reservando algún día para nosotras, en el que nos mimemos un poco y recurramos a nuestros tratamientos de belleza favoritos.
Si, por desgracia, ya es tarde y tu piel presenta algunas imperfecciones, como manchas, cicatrices, marcas de acné o arrugas, ¡no te preocupes! Aún estás a tiempo de revertir estos defectos y volver a la senda de los buenos hábitos. Todo lo que necesitas es acudir al tratamiento adecuado para estos problemas. Nosotras os aconsejamos Skin Renewal, de Swiss Clinic, el tratamiento de moda basado en rituales de belleza tradicionales y que ha sido reconocido con galardones como el de Mejor Innovación del año en Suecia.
Consiste en dos productos que se combinan entre sí. Por un lado su Skin Roller, un rodillo de micro púas que crea pequeños microcanales, haciendo que la piel, al sentirse dañada, de lugar a la curación y producción de colágeno. Sus micro púas cuentan con dos longitudes, la de 0.2 mm destinada al contorno de ojos, manchas solares, marcas de expresión y acné; y de 0.5 mm enfocada a las arrugas y cicatrices muy profundas. Estos microcanales harán que los ingredientes activos de la segunda parte del tratamiento, el Rejuvenating Serum, se absorban de manera hasta 300% más eficaz, trabajando en profundidad y reforzando la curación con piel nueva y sana. Así, conseguiremos estimular y revitalizar la piel desde el interior, reduciendo todas esas imperfecciones que impiden que nuestro rostro se vea más joven, incentivando la circulación y reduciendo los poros dilatados.
¡Ya no hay excusas para tener un rostro joven por más tiempo!