Han sido diseñados para trabajar y tonificar, es decir adquirir firmeza y un cierto volumen muscular. Esto nos debería despejar todas las dudas de que NO estamos planteando ningún tipo de estiramientos ni de yoga facial. Tampoco son ejercicios isométricos, no son masajes ni gesticulación de muecas forzadas. Dicho esto, simplemente apuntar que la técnica que propongo está fundamentada en el trabajo con resistencias o cargas, estaremos estimulando un cierto desarrollo muscular al más puro estilo fitness o de musculación facial.
La técnica o método que emplearemos consistirá en el aprendizaje de unos ejercicios faciales para los cuales necesitaremos utilizar nuestras manos, en concreto algunos de nuestros dedos para ejercer unas resistencias, algo parecido a lo que ponemos en práctica cuando ejercitamos cualquier otra zona del cuerpo con pesas. Deberemos aprender a contraer cada uno de los grupos musculares presentes en la cara y con nuestros dedos ejercer una presión en dirección opuesta para lograr un estímulo óptimo.
Prestar mucha atención a la colocación de las manos, en concreto de los dedos. No es necesario ejercer una gran presión. Cuando el músculo se contrae hay que ejercer con ayuda de los dedos una resistencia en sentido contrario a este y rebajar la tensión cuando el músculo deja de contraerse.
En las imágenes de arriba que muestran los ejercicios, les acompañan unas flechas de diferente color, para que seamos capaces de poder diferenciar de forma inequívoca el sentido de la fuerza que han de ofrecer las manos en relación a los músculos.
Las flechas negras representan la dirección de la resistencia que han de ofrecer las manos, en particular la yema de los dedos. Las flechas grises representan la dirección de la contracción muscular.
Al movimiento completo, en su fase de contracción y su fase de estiramiento, le llamaremos una repetición y al conjunto de repeticiones le llamaremos una serie.
Antes de comenzar con la sesión, prestar especial atención a que la piel de la cara esté perfectamente limpia y seca, sin restos de maquillaje ni cremas cosméticas y las manos bien lavadas.
Si uno decide aplicarse algún tipo de crema cosmética, lo podrá hacer posteriormente, al finalizar el programa de ejercicios, antes dificultaría la correcta ejecución de éstos al resbalar los dedos. Una vez hayamos acabado nuestra tabla, al mejorar y aumentar el riego sanguíneo debido al ejercicio, será este el momento ideal para la aplicación de cualquier producto cosmético.
1. EJERCICIO PARA LA FRENTE
Aquí trabajamos el músculo frontal, el que ayuda a elevar y mover las cejas. Al contraerlo se forman las famosas arrugas en la frente. Ayuda a prevenir y a mejorar las arrugas de la frente y del entrecejo, impidiendo el descuelgue de todos los tejidos de esta extensa zona anterior.
Ejecución: Se puede efectuar sentado, de pie o tumbado. Colocar dos dedos de cada mano sobre la frente, justo por encima de las cejas, los codos pueden estar colocados como en la imagen o si se prefiere se pueden apoyar en una mesa. Los dedos deberán de contrarrestar el gesto de elevar las cejas, tendrán que hacer la resistencia justa y adecuada para que cueste un cierto trabajo alzarlas, pero que al final nos permita elevarlas totalmente, cuando lleguemos al máximo punto del recorrido, aguantamos la contracción uno o dos segundos y relajamos, para acto seguido volver a dejarlas descender lentamente, en su justa medida las iremos acompañando suavemente con los dedos, a continuación de nuevo volveremos a reanudar la elevación de las cejas, y así hasta completar las repeticiones deseadas.
2. EJERCICIO PARA LOS PÓMULOS, BOLSAS DE LOS OJOS Y PÁRPADOS SUPERIORES Al ejercitar esta zona colaboramos en la prevención y mejora de las finas arrugas que surgen en la parte exterior o lateral de ambos ojos, lo que solemos denominar como patas de gallo. Así como de las arrugas del entrecejo, etc. La práctica de este ejercicio actúa como un gran remedio relajante de las zonas periféricas próximas a los ojos y de los globos oculares, ayuda a aliviar la tensión y a calmar los ojos cansados.
Otro gran efecto significativo debido al trabajo directo sobre los músculos de los pómulos y mejillas, se debe a que ayuda a evitar la caída y flacidez de éstos, colaborando a mantenerlos altos y firmes, lo que a su vez favorece un efecto atenuador sobre el surco nasogeniano.
Ejecución: Colocar dos dedos de cada mano justo sobre las cejas, nos ayudamos con la yema de los dedos para empujar ligeramente las cejas hacia arriba, y en esta ocasión también haremos uso de los pulgares que pasaremos a situarlos justo sobre los pómulos, en su parte prominente. Es decir, dos dedos de cada mano sobre las cejas y sus pulgares respectivos sobre los pómulos, haciendo el intento de forzar la apertura de los ojos un poco más de lo debido. Cuando ya tengamos las manos en la posición apropiada entonces intentaremos cerrar al máximo los ojos añadiendo un cierto énfasis, bajando las cejas y simultáneamente.
3. EJERCICIO PARA EL LABIO INFERIOR Con este ejercicio lo que trabajaremos será la musculatura del labio inferior, ayudando a mejorar la tonificación y a recuperar el grosor. Previene o mejora en gran medida el adelgazamiento que se va produciendo por la edad en la musculatura de los labios, a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo el tamaño y el grosor de éstos, al replegarse la piel da lugar a la aparición de pequeñas arrugas verticales alrededor de los labios, llamadas también en lenguaje coloquial código de barras.
Debo decir que tanto este ejercicio, del labio inferior como el del labio superior dan sorprendentes y rápidos resultados, ya que son unos ejercicios relativamente sencillos de aprender, prácticamente a todo el mundo le resulta sumamente fácil movilizar de forma consciente esta zona. Incluso a esto, a diferencia de los otros músculos faciales le podemos añadir que disfrutaremos de una capacidad para trabajar con un aceptable recorrido muscular lo que redundará en un mayor y más acelerado beneficio.
Ejecución: Colocar el dedo índice de cada mano entre las comisuras de la boca y el pulgar por fuera, cogiendo el labio con un dedo por dentro y el otro por fuera, el pulgar puede actuar a modo de pinza. La fuerza o resistencia a ejercer sobre todo al principio ha de ser delicada y suave, empezamos a tirar con los dedos hacia el exterior, pero en dirección ligeramente hacia abajo como muestran las flechas, aunque en la imagen superior pueda dar la impresión de que estamos tirando en exceso de los labios, en realidad no es así, no hace falta tirar de forma excesiva, simplemente deberemos abrir hasta una posición cómoda y cuando lo hayamos conseguido el siguiente paso será comenzar a juntar los dedos con el esfuerzo de los labios, intentando contraer la musculatura, sobre todo la que pertenece a la zona baja de la boca, enfocando y concentrando nuestra tarea en el labio inferior, mantenemos la posición uno o dos segundos, relajamos, para acto seguido volver de nuevo a tirar con los dedos suavemente y despacio, acompañando al movimiento y volviendo lentamente al estado inicial, así hasta completar las repeticiones deseadas.
4. EJERCICIO PARA EL LABIO SUPERIOR (CÓDIGO DE BARRAS)
Como en el caso anterior, ayudaremos a mejorar la tonificación y el grosor de toda esta zona. Ayudamos a prevenir o a mejorar en gran medida el adelgazamiento que se va produciendo por la edad en la musculatura de los labios, incluso las personas jóvenes si ejercitan esta zona pueden lograr visibles beneficios a nivel de desarrollo muscular, mejorando la apariencia de los labios. El código de barras, con la edad aún se vuelve más evidente en la zona superior de la boca, estas arruguitas las podemos atenuar en gran medida e incluso hacerlas desaparecer.
Los efectos positivos de la tonificación y el aumento de grosor se extienden hasta los músculos bucinadores (los músculos de las mejillas o mofletes), añadiendo en este caso un efecto atenuador sobre el surco nasogeniano (los dos surcos que nacen en los extremos inferiores de la nariz y descienden oblicuamente hacia las comisuras de los labios).
Ejecución: Situar el dedo índice de cada mano hacia las comisuras y dentro de la boca a modo de gancho y el pulgar cogiendo el labio por fuera a modo de pinza, y como ya he dicho la fuerza o resistencia a ejercer ha de ser delicada y suave, sin brusquedad. Los brazos han de elevarse y los codos apuntar alto. Empezaremos a tirar con los dedos hacia el exterior pero ligeramente hacia arriba, vuelvo a repetir que no hace falta tirar en exceso, simplemente abrir hasta una posición relativamente cómoda y el siguiente paso será comenzar a intentar juntar los dedos procurando contraer los músculos, para encoger al máximo los labios, concentrándonos esta vez sobre todo en el labio superior, mantenemos la posición uno o dos segundos y volvemos a empezar.
Aquí os dejo otras entradas con otros ejercicios diferentes para poder completar el trabajo facial.
Ejercicio para la zona de los carrillos o mejillas
Ejercicio para la papada
Ejercicio para el entrecejo
Ejercicio para los parpados superiores
Ejercicio para los pómulos
Estos ejercicios son originales y están extraídos de mi libro titulado GIMNASIA Y TONIFICACIÓN FACIAL, en el que están descritos la totalidad de ellos.
8 Ejercicios para la parte frontal de la cara
2 Ejercicios para la parte superior del cráneo.
6 Ejercicios para la totalidad del cuello
Así como una amplia información sobre las tablas o programas adecuados a cada morfología y edad del usuario.